Mientras la democracia cristiana alemana volvía a naufragar en el Congreso tratando de detener a toda costa el sufragio mayoritario en favor de los matrimonios entre homosexuales, los españoles celebraban diez días de marchas y festejos con públicos millonarios en asistencia y representaciones de todos los países en favor del Orgullo Gay. Gran contraste.
Otro: en el frente de los programas políticos, económicos y sociales, los organismos multinacionales de empresarios y conservadores se devanan el cerebro organizando coloquios y simposios en todo el mundo para justificar la convergencia de los partidos políticos en torno a programas de derecha. Todos han sido infructuosos, la gente los rechaza porque está muy dolida por los años de vergüenza que se padecen en todas latitudes.
Es imposible que el mundo moderno camine en torno de banderas con viejas ideas. El miedo a lo nuevo no ha hecho sino demostrar que todos tenemos derecho a surcar nuevos destinos, buscando con las nuevas ideas atracar en rumbos que ofrezcan equidad y tolerancia en objetivos que representen esperanzas, con ideas nuevas. La revolución en las conciencias se afirma.
Son necesarias las coincidencias, para liquidar al peñato
Siempre debe haber coincidencias fundamentales alrededor de los justos reclamos por pan, empleo, salud, justicia y prosperidad. Los obstáculos para lograrlas devienen en pruritos inaceptables, ante un panorama de miseria, corrupción y desaseo generalizado en todos los asuntos públicos, en todas las materias del gobierno.
En México, los textoservidores a sueldo –y algunos con la mente anclada en el pasado de la transa y la incertidumbre– abogan por buscar puntos de desacuerdo entre todas las fuerzas políticas, con el fin de demostrar que es imposible la coalición en torno a programas comunes de las formaciones, para cambiar de régimen político.
La necesidad de llegar cuanto antes a la liquidación de los restos del peñato es más fuerte que los argumentos superficiales que tratan de detener la avalancha opositora. Aún dentro del mismo PRI, mentalidades lúcidas afirman con razón que el partidazo en el poder ha rebasado al PAN por la derecha en sus programas, reformas fallidas y objetivos clasistas y se ha quedado rezagado en el apoyo a las propuestas sociales de vanguardia.
Las argucias deben desecharse; nada es irreconciliable
No puede argüirse que el reconocimiento de los nuevos derechos constitucionales en favor de las comunidades con preferencias sexuales diferentes sea un obstáculo insalvable para adoptar coaliciones comunes en torno de un sector que cada día se muestra incontenible entre la población, como no puede argumentarse que hay principios tributarios e impositivos más avanzados, proporcionados y equitativos que la reforma fiscal regresiva y fallida de Videgaray, denostada hasta por sus correligionarios.
Así como no puede argumentarse que es imposible la negociación justa de las demandas de campaña de las franquicias partidistas, para poder llegar a un acuerdo superior que salvaguarde la esencia de las mismas, en torno de un programa común, máxime cuando tiene tanto tiempo que el público no ha conocido una sola, estructurada y firme, que pueda convertirse en gobierno bajo banderas vinculatorias y exigibles por la población.
La gente pide acabar ya con las infamias toluquitas
Los pruritos deben dejarse de lado. Está de por medio la viabilidad de la Nación. Si no lo hacen así las franjas más conservadoras de los partidos, la gente acabará por votar en favor de aquéllos que sostienen el cambio. Y éste implica la aceptación, la tolerancia, la equidad y el destierro de los exclusivismos económicos y sociales.
La sociedad mexicana ha madurado a pasos agigantados. Decir que no es patraña involuntaria de los toluquitas, que han convencido a la gran mayoría que nada es posible mientras elija a gente parecida a su claque para recetar otros seis años de ignominia y de devastación al conglomerado. La gente pide ya acabar con las infamias.
Dante, los Calderón-Zavala y Fox van tras el dinero
Aún dentro de las fuerzas de oposición obligadas por el entorno político a unirse de inmediato a un frente opositor con programas comunes y coalición en el gobierno, existen quienes, como algún dirigente centavero de Movimiento Ciudadano llamado Dante Delgado, se esfuerzan por vender cara su adhesión a cambio de… dinero. Sólo esperando los tiempos oportunos para pasar la factura.
Son muy buenos para poner piedras en el camino. No conocen ni de lejos las solidaridades programáticas. Deturpan todo aquello que es lo único donde todavía se les acepta. Son una especie de perro del hortelano que ya hubiera desaparecido ante un momento mexicano desastroso como el que vivimos, y no queremos repetir.
La pareja Calderón-Zavala, donde ahora el beodo trata de aparecer como consorte, siempre defendió desde el poder la suprema decisión que tomara el Consejo Nacional del blanquiazul. Lastimaron honras, haciendas y dignidades de los militantes en esa brega. Hoy, son los primeros que se rehúsan aceptar los mandamientos anteriores, simplemente porque ya nadie los quiere en la nueva función.
Otro de los idos, el infame alto vacío de San Cristóbal, se la pasa inventando candidatos independientes a la aprobación del Consejo Nacional, con supuestos apoyos de gobernadores que están en contra de sus zancadillas, sólo para vender cara su adhesión a la última hora. Los Calderón y los Fox, coyotes de la misma loma.
Verde, Evangelista, Panal… atados a las maleta$ de Los Pinos
Al interior de las franquicias de morralla, muchos son los disidentes del Verde, el Evangelista, el Panal, el del Trabajo, que quieren sumarse a las nuevas tendencias del frente amplio, pero se les obstruye, en función de los muchísimos compromisos que sus domadores han hecho con las maleta$ sin fondo de Los Pinos.
Todas son rémoras de las antiguas maneras de hacer las componendas, argucias del pasado presidencialista, de un solo desquiciado que ya no tiene opción alguna de prevalecer, el dedo salvífico que acabó destruyendo Enrique Peña Nieto con su rapiña desaforada, con sus ocurrencias sin límite, con sus fracasos diarios en la tarea del ungido para gobernar al tambor y al capricho de un solo hombre: Videgaray.
Consenso: para el 2018, no queremos otro parecido a EPN
Llegó el momento de enterrar al caprichato, el reino de las zarandajas provenientes de los desatinos de Los Pinos, obligatorias para todos los mexicanos, sin chistar, sólo concebidos para callar y obedecer. La monarquía sexenal hereditaria no consanguínea, heredada transversalmente toca a su fin.
No queremos otro parecido a Peña Nieto que a toda hora subasta la geografía del país, entrega en bandeja los grandes negocios a mercachifles y rufianes, el que se la ha pasado anexando el presente y el futuro del país a los verdugos neorepublicanos. El que sin rubor alguno acepta la dirección superior del espionaje a los adversarios.
El asesino de las conciencias y de las vidas de los adversarios, periodistas, activistas, defensores de derechos humanos, reclamantes de justas demandas, analistas de su cerebro fementido y descontrolado.
Frente Amplio Opositor, programas comunes y gobierno de coalición
La única forma de parar este desaguisado es el Frente Amplio Opositor, con programas comunes y gobierno de coalición. Demostrarnos a nosotros mismos y al mundo que México sigue siendo un pueblo valeroso, culto e inteligente.
¿Usted qué haría?, pregunta el descerebrado entreguista de Los Pinos.
Índice Flamígero: ¿De qué tamaño habrá sido el daño que a las ya de por sí deterioradas finanzas nacionales causó el “destape” –a cargo de AMLO– de El Guasón José Antonio Meade Kuribeña como presidenciable “de la mafia del poder”? El gobiernito dejó correr la especie durante laaargos días, mientras que en los centros bancarios y mercantiles de Nueva York, Londres, Hong Kong, y hasta de Chicago seguramente se preguntaban sobre la seriedad del titular de Hacienda y Crédito Público que se presta a los rejuegos palaciegos. ¿Sería que EPN quiso sondear el ambiente de quien, sólo en este sexenio, ha tenido a su cargo tres carteras –SRE, Sedesol y ahora SHCP– del Despacho presidencial? Es muy posible, luego de que aparentemente no le funcionara la versión de que “el bueno” puede ser –among all people— el desprestigiado rector de la UNAM, José Narro, quien de secretario de Salud pasó a ser matraquero y mapache en las recientes elecciones del Estado de México. + + + La farsa peñista sobre la extradición de Javier Duarte sigue el rumbo trazado desde que sus personeros negociaron que se le imputaran cargos que pudiera librar fácilmente. En el capítulo de ayer se conoció que el gobiernito federal sólo le ha presentado cargos de delincuencia organizada y lavado de dinero –los de siempre; los únicos que se saben, los que ni siquiera saben integrar–, mismos que, efectivamente, podrá librar en, cuando mucho, un par de años. Luego de eso, ¡a disfrutar lo mal habido en algún país de Europa! ¿O no?
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