Yo Campesino / Paranoico
• Ganso insiste en confrontar a México con vecinos y acusar a otros de su fracaso
Miguel A. Rocha Valencia
Los pendientes del profeta con Estados Unidos se acumulan; la provocación es abierta y pagaremos por ello, no sólo en lo económico y social, sino también en seguridad, salud y desde luego, en desarrollo. Pareciera olvidar que, de allá, nos llegan más de 50 mil millones de dólares anuales en remesas que alivian la precariedad de miles de familias mexicanas pobres.
Al tema de las violaciones al T-MEC en materia de energía, se sumó lo del fallido programa anticarestía PACIC donde se abrió la puerta a la competencia desleal y a la posibilidad de expansión de plagas.
El ganso complica cada vez más las relaciones, no sólo por su negativa a reprobar la violación a derechos humanos en varios países de Latinoamérica con sello de un trasnochado izquierdismo que más parece rábano uy encubre dictaduras, además de no sumarse a la condena internacional por la invasión y masacre rusa contra Ucrania.
Ahora se exhiben sospechosos convenios que incluyen espionaje ruso desde el espacio mexicano, así como una cercanía que intenta llegar a lo comercial sobre todo en productos agrícolas que incluyen fertilizantes como la urea. Lo de la vacuna Sputnik, fue un garnuchazo más.
Ni hablar del acotamiento a la participación de agencias de seguridad estadounidenses en lucha contra el crimen, la cual parece que en México se cambió a todo lo contrario y hoy los cárteles delincuenciales son apapachados, felicitados y abrazados desde Palacio Nacional, en especial uno que es pieza angular en la exportación de fentanilo hacia la Unión Americana: el de Sinaloa.
Y todo, en el peor momento. Un cierre parcial o total de fronteras, aplicación de aranceles o multas; corte de cadenas de producción automotriz, del sector salud y en general maquilador, causaría una crisis que acrecentaría la pobreza de este lado del Bravo. Estados Unidos tiene la opción como ya lo busca de enviar su capital a otro país y endurecer sus controles migratorios.
Pero más allá de eso, sin tener conflictos con Estados Unidos, México enfrenta por sí solo graves retos empezando por la ineptitud del actual gobierno que no es capaz de aplicar soluciones y se sumerge en la demagogia de que el país estaba al borde del colapso, del estallido social y que, si la 4T no llega, ya nos hubiésemos desbarrancado.
El aprendiz de mesías culpa a los de atrás de su fracaso, de su incapacidad mental y cortedad de miras que sólo llegan al usufructo del poder para sus fines personales para hacer en un reduccionismo estúpido como aquello de hacer un hoyito para sacar petróleo o que regalando dinero se hará justicia social, promoverá el desarrollo y se acabará la pobreza.
En tanto, el retroceso se acentúa no sólo en materia de corrupción, transparencia y competitividad, sino también en violencia criminal, democracia y desarrollo.
Por lo pronto y ante lo que no ve el machuchón, el Banco Mundial y Fondo Monetario Internacional, ven con preocupación una real recesión, y el BBVA nos dice que nos olvidemos de crecimiento proyectado por Hacienda del tres por ciento o del 1.2 por ciento de Banamex para el año próximo, ya que, si bien nos va, llegaremos al 0.6 por ciento, con posibilidades de cero.
Pero, además, no habrá dinero y la deuda aumentará más allá del billón 200 mil millones presupuestados pues en la estrategia de contener precios con subsidio a gasolinas, no se compensará con ingresos petroleros porque además Pemex deberá pagar algo de su deuda billonaria.
La economía no va a crecer. El aumento de las tazas de Banxico así lo indican; el crédito se encarecerá más, el gasto disminuirá y obvio, el crecimiento se caerá con el riesgo de estanflación pues los precios seguirán hacia arriba.
Así, los expertos consideran como una locura que el gobierno cuatrotero compre pleito con sus socios comerciales de donde, además, recibe oxígeno con el intercambio transfronterizo y desde luego la recepción de migrantes, sin contar que las remesas auxilian a evitar eso sí, un estallido social. Peeeeeero…
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