Miguel A. Rocha Valencia
Sin argumentos ante las evidencias de su fallida lucha contra la corrupción de la cual se convirtió en sinónimo su administración y su falso discurso de austeridad donde plantea un país de pobres, pero con su parentela y seguidores de la 4T en opulencia ilícita o de dudosa procedencia, en ganso de Macuspana arremete contra sus críticos con acusaciones sin pruebas y ofende sin miramientos.
Muestra todos los días que la Ley es él, incluso en lo de la revocación de mandato que con “sus” ministros de la Suprema Corte (qué pena por Yasmín Esquivel Mossa, la creía en otro nivel) pasó a ratificación de mandato, contrario a lo que establecen los lineamientos constitucionales, en la libertad otorgada a delincuentes y la protección evidente que les otorga, ya sea del crimen organizado o de la nueva mafia en el poder.
Pero el enojo del profeta de la 4T no es porque el país se caiga a pedazos, se mueran más de 600 mil personas por la mala administración de la pandemia o los 111 mil asesinatos que en conjunto superan los de Felipe Calderón y Enrique Peña en los tres primeros años de gobierno. A ello se debe sumar la ineficacia cómplice para atrapar a los delincuentotes, liberarlos, protegerlos o entregarles territorios para la producción de tráfico de drogas, incluyendo aduanas marítimas.
Está enojado porque lo desmienten de sus discursos anticorrupción y austeridad. Ni siquiera que el país se empobrezca y hoy de acuerdo al Inegi, más del 50 por ciento de la población esté en pobreza y de ellos siete millones de mexicanos estén a la miseria extrema, a lo mejor eso le alegra para aumentar su clientela electoral, su feligresía.
Más pobres en el pueblo bueno, pero en la élite de la 4T hay más ricos, personajes que apenas llegaban a clasemedieros-aspiracionistas que hoy son millonarios, como sus vástagos, hermanos y demás familiares. Colaboradores como los ex súper delegados, los operadores de los programas clientelares, exguaruras y demás fauna, son ahora millonarios sin poder explicar la vía legal para serlo.
Muchos de ellos se enriquecieron en tres años con la entrega y diezmo de contratos asignados de manera directa y otros, por los “pellizcos” al presupuesto de programas “sociales” que se entregaron a muertos, duplicados i desaparecidos. En la Secretaría de la Función Pública están las denuncias y la Auditoría Superior de la Federación, denunció inconsistencias al menos por más de tres mil 500 millones sólo donde están involucrados 18 directivos de los Servidores de la Nación.
Pero en los programas y antes de que el Ejecutivo ordenara cambios en la ASF, la Auditoría reveló observaciones por más de 72 mil millones de pesos durante 2019, en programas como Jóvenes Construyendo el Futuro, Sembrando Vida y Universidades Benito Juárez.
Curiosamente los RFC de beneficiados no correspondían, existían CURPS duplicadas o claves bancarias asociadas a varias personas. Amén de que en “apoyos” colectivos se “recomendaba” comprar con proveedores designados por los propios funcionarios. Hoy la ASF fue reducida y obedece al machuchón de Palacio.
Pero a pesar de los documentos, videos o audios, el mesías tropical pide pruebas y en su sermón mañanero atribuye todo a sus “enemigos” a esos que quieren dañar su imagen y proyecto, discurso insostenible ante las evidencias, como sucede con sus hijitos cuyo palmarés ocupacional es desconocido, así como su huella fiscal.
Sería interesante saber de dónde sacaron dinero para lo que hoy son, es más, preguntaría al profeta cuatrotero dónde está su dinero. Se supone que gana 108 mil 774 pesos mensuales, pero vive en un austero palacio donde nada le cuesta. No da gasto porque además su esposa trabaja y colabora, razón por la cual deberían tener unos cuantos milloncejos ahorrados, precisamente para cuando el ganso se retire a su austera casita a descansar y escribir sus memorias.
Empero, no declara tener bienes inmuebles, se supone que lo que era suyo ya no es y sólo los usufructúa, carece de vehículos y de bienes muebles, según su declaración de 2019 en que acepta tener inversiones por 446 mil 068 pesos que a lo sumo le darían tres mil pesos al mes en el mejor de los casos.
Total, que estamos en recesión técnica (aunque el oráculo dice que no), las expectativas de crecimiento según la encuesta entre especialistas del Banco de México tienden a la Baja y ya andan por el 2.2 y apenas estamos a inicios de febrero, con inflación del 4.3. Por su parte el Inegi reitera la caída de la confianza empresarial en todos los sectores: comercio, manufacturas y construcción, tendencia en la cual coincide el Instituto Mexicano de Ejecutivos en Finanzas (IMEF).
Respecto a la inflación, está por arriba de lo previsto en el Presupuesto y se va al 4.2 por ciento, en tanto que para la subyacente que incorpora bienes y servicios no sujetos a volatilidad estacional, la esperan en 4.31, lo cual es grave según los especialistas pues revela una carestía estructural.
Tal vez por ello, el instrumento del neoliberalismo, como diría el profeta de la 4T, el Fondo Monetario Internacional dice que cuando mucho México crecerá 2.8 por ciento, frente al 4.8 esperado para economías emergentes.
Es decir, el peor momento del país y en las peores manos.
Y todavía puede empeorar.