El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha firmado el decreto que obligará a partir de este viernes a los países “hostiles” a pagar en rublos el suministro de gas, una medida con la que responde a las sanciones adoptadas a raíz de la invasión sobre Ucrania.
Con estos cambios, los países compradores deberán disponer de cuentas en rublos en bancos rusos, ya que no se considerarán válidos los pagos en dólares o en euros. Putin amenaza con suspender los contratos si no se acatan estas nuevas normas, según las agencias oficiales rusas.
“Los riesgos existentes son, por supuesto, inaceptables para nosotros”, decía Putin en su última aparición. “Y si se considera la cuestión en su conjunto, la conversión de los pagos por el suministro de gas ruso a rublos es un paso importante para reforzar nuestra soberanía financiera y económica”.
El objetivo de esta medida no es otro que el de luchar contra los efectos que están causando a Moscú las sanciones occidentales, especialmente sobre el valor del rublo. Recientemente el Banco Central de Rusia subía los tipos de interés del 9,5 por ciento al 20 por ciento, de la noche a la mañana, para tratar de evitar el desplome de su moneda.
Sin embargo, tanto el presidente como su principal portavoz, Dimitri Peskov, han insistido en que Moscú sigue dispuesto a cumplir su parte en materia de suministro y precios. “No habrá cambios para los receptores del gas ruso que paguen”, ha dicho Peskov.
Alemania y Francia se están “preparando” para un posible cese de las importaciones de gas ruso, según ha confirmado en Berlín el ministro francés de Economía, Bruno Le Maire.
“Se puede dar la situación mañana en que, en circunstancias muy particulares, no haya más gas ruso (…) nos corresponde prepararnos para este escenario, y eso es lo que estamos haciendo”, ha afirmado en una rueda de prensa con el ministro de Economía alemán, Robert Habeck. Por lo pronto, la polémica medida rusa entrará en vigor este mismo viernes.
Con información de Euronews.