Claudia Rodríguez
Al menos durante el presente sexenio, no han sido pocas veces en las que se le ha increpado a Petróleos Mexicanos (Pemex), por no cumplir con las normas de calidad para vender gasolinas y/o combustibles terminados.
En el 2015 cuando los niveles de contaminación en la ahora Ciudad de México –y otras metrópolis interiores–, llegaron a niveles de hasta 150 puntos en el índice metropolitano de calidad del aire (imeca), se reveló información de cómo Pemex contribuía a estos números con la venta de combustibles fuera de la norma, asunto que no fue aceptado por el entonces director de la empresa petrolera, Emilio Lozoya Austin.
A finales de 2016 y principios de este 2017, Pemex tuvo que advertir públicamente que tenía problemas con el abastecimiento a las estaciones de gasolina, advirtiendo que se debía principalmente a la acción ilegal de extracción de tomas por particulares; pero que el abasto estaba asegurado.
No obstante dicha restricción del combustible, coincidió con el alza anunciada por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y la posterior liberalización de los precios.
Toda esa situación causó más que pánico, una molestia social no calculada que tomó las calles, más por la percepción de que nos venderían gasolinas caras y sin garantía alguna de abasto.
Para abonar al descontento; se supo que se estaban importando de nuevo combustibles fuera de la norma –combustibles no refinados—de China, África y Asia, y de nueva cuenta el director de Pemex, ahora José Antonio González Anaya; refirió que no eran ciertas las informaciones que advertían de ese origen del combustible que se ofertaba en las estaciones de servicio.
Para más, el Gobierno organizó desbandadas que robaban tiendas, para acabar con las manifestaciones callejeras molestas por el lucro del Ggobierno, el desabasto y los malos combustibles.
En este 2017, la política de Pemex para importar gasolina fuera de norma desde otros continentes, es comunicacional y de “cura en salud”.
Se informa que en este mes de septiembre, ante el embate del huracán Harvey en Texas, fue necesario comprar combustible procedente del Caribe, Nueva York, Europa, Asia y África, de las que “las especificaciones de calidad de dichos embarques son típicas de región de origen y, por tanto, estos combustibles distribuidos en la Zona Metropolitana del Valle de México no cumplían con las especificaciones de calidad establecidas en la norma oficial”.
Para más, Pemex aseguró que estos productos no tienen impacto negativo en los motores que los utilizan para su combustión.
Es decir, que siempre nos han vendido combustibles fuera de la norma por x o y a precios de oro, y resulta además que nos dan lo que ofertan.
Están incurriendo en un delito sancionable que tiene que ver con la venta al público. No entregan lo que ofrecen por determinado precio.
Acta Divina… Las gasolinas no se compran en China, provienen de EU, Europa y Asia: Pemex, 2016.
Para advertir… Faltó advertir que sí se compran fuera de norma cuando el desabasto aprieta, que es casi siempre.
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