En un país en donde no sólo la pobreza duele, sino también la violencia, la corrupción, la indolencia y más; presentar el costosísimo avión presidencial apenas la semana pasada por el secretario de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza, suena a bofetada.
¿De verdad la seguridad del primer mandatario en transporte aéreo, requiere tanta ostentosidad?
Se informó que el precio de la nave, un Dreamliner 787-8, fue de mil 733 millones de pesos, mismos que se irán pagando en plazos a lo largo de 15 años, claro –aunque no se anotó–, a cargo de los impuestos de todos los contribuyentes de este país.
El nuevo y pronto muy equipado avión presidencial con capacidad para más de dos centenas de pasajeros –sí, leyó usted bien–, más de 200 personas, se encuentra por lo pronto en proceso de equipamiento y hasta el próximo septiembre se estima podrá ser usado por el actual presidente de Mèxico, Enrique Peña Nieto, quien estrenará la aeronave.
Sin embargo, a la pobreza creciente en nuestro país que no se combate con programas de corte asistencial, a pocos les interesa inyectarle recursos que en realidad la abatan.
Qué decir del combate a la corrupción y la violencia. Todos en el gabinete presidencial y en otras instancias de Gobierno, aún sin ser priìstas, están más que ocupados en el desarrollo del país en infraestructura, energéticos y telecomunicaciones –en donde por cierto hay un gran nicho de negocios y ganancias–, y de la base social y la seguridad, pocos se ocupan.
Nadie niega que el presidente de Mèxico, sea quien sea, debe contar con seguridad de todo tipo, como cualquiera de todos nosotros, pero de verdad la pregunta sigue sin contestarse: ¿Se requiere un avión tan caro y lujoso para garantizar el vuelo del avión presidencial?
Nos han dicho que el actual avión tiene 27 años en activo y lo hace obsoleto. Entonces: ¿Eso no implica inseguridad para todos quienes volamos en las líneas aéreas mexicanas con aviones de hasta más de 30 años?
Seguridad y lujo para unos pocos. Inseguridad de todo tipo para los más.
Acta Divina…El secretario de Comunicaciones, Gerardo Ruiz Esparza, advirtió respecto a la nueva aeronave presidencial: “Ya se encuentra rebasada por otras más modernas que permiten mayor seguridad, menor consumo de combustible, mayor autonomía de vuelo y mayor capacidad de transportación de pasajeros”.
Para advertir… Unos aviones de lujo, otros fosas oprobiosas.
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