Los médicos en Gaza han emitido una advertencia angustiosa el domingo, advirtiendo que miles de personas podrían morir debido a la escasez de combustible y suministros básicos en los hospitales. La situación se agrava mientras se espera una ofensiva terrestre israelí en medio de la guerra desencadenada por los ataques de Hamás.
Las fuerzas israelíes, respaldadas por un creciente despliegue de buques de guerra estadounidenses en la región, se han posicionado a lo largo de la frontera de Gaza y han realizado maniobras para lo que se anuncia como una amplia campaña para desmantelar al grupo militante. A pesar de una semana de intensos ataques aéreos que han destruido barrios enteros, no han logrado detener los lanzamientos de cohetes por parte de los militantes en Gaza.
Según el Ministerio de Salud de Gaza, desde el inicio de los combates han muerto 2.670 palestinos y otros 9.600 han resultado heridos, superando las cifras de la guerra de Gaza de 2014, que duró más de seis semanas. Estos eventos convierten a la actual guerra en la más mortífera de las cinco guerras de Gaza para ambas partes.
Además, se informa que más de 1.400 israelíes han perdido la vida, la mayoría de ellos civiles, como resultado del ataque de Hamás del 7 de octubre. Al menos otros 155 israelíes, incluyendo niños, han sido capturados por Hamás y llevados a Gaza.
El Secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, planea regresar a Israel para abordar la situación tras completar una gira por seis países árabes en un esfuerzo por evitar que los combates desencadenen un conflicto regional más amplio.
Los combates en la frontera de Israel con el Líbano se intensificaron, ya que los militantes de Hezbollah dispararon cohetes y un misil antitanque, y en respuesta, Israel llevó a cabo ataques aéreos y bombardeó puestos fronterizos. Estos enfrentamientos resultaron en al menos una muerte en el lado israelí y varios heridos en ambas partes de la frontera.
A pesar del aumento de los combates, un portavoz de Hezbollah subrayó que esto representaba una «advertencia» y no necesariamente indicaba que el grupo se uniría a la guerra.
La situación humanitaria en Gaza se ha vuelto crítica, ya que se espera que los hospitales se queden sin combustible para sus generadores en los próximos dos días, poniendo en riesgo la vida de miles de pacientes. La única central eléctrica de Gaza ha cerrado debido a la falta de combustible, lo que ha dejado a la población sin electricidad.
La falta de combustible y suministros médicos es una crisis que se suma a las dificultades previas en Gaza, que ya se encontraba en una situación humanitaria precaria debido a la escasez de agua y otros suministros médicos causados por el asedio israelí.
La agencia de la ONU para los refugiados palestinos ha advertido que se está desarrollando «una catástrofe humanitaria sin precedentes».
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