La insoslayable brevedad
Javier Roldán Dávila
Detrás de todo gran generador de violencia hay un gran generador de impunidad
A las pocas horas de la ejecución de seis personas, entre ellas dos menores de edad, en la carretera federal Xalapa-Veracruz, el gobierno del estado difundió con profusión, que el objetivo de los sicarios era Fernando Pérez Vega, alias “El Pino” o “El R15”.
La intención, consistía en machacar que “El Pino” era uno de los principales generadores de violencia en la zona del Totonacapan y, además, pertenecía a una temible banda delincuencial denominada ‘Los Pelones’, liderada por su hermano Reveriano Pérez Vega.
En pocas palabras, el mensaje subliminal de los estrategas del Cui, se significó por ser una idea fuerza: él se lo buscó.
Correcto, es de suponer que, todo aquel que se involucra en el crimen asume que tal decisión conlleva riesgos, entre ellos, ir a la cárcel o perder la vida de manera violenta.
Sin embargo, la información filtrada, omite decir que el personaje en cuestión, con todo y las carpetas de investigación que tenía abiertas, participaba en política y buscaba ser diputado en el 2024, incluso, su presencia en el puerto de Veracruz, obedecía a que asistió a un acto partidista de las huestes de Fuerza X México, aliado de MORENA en pasados procesos electorales.
Por lo tanto, es difícil entender cómo tan buscado personaje, se desenvolvía con toda tranquilidad en el ámbito de la política estatal, tuvo que darse un ‘ajuste de cuentas´ para que su historial concluyera. En fin, los asegunes del Estado de Derecho ‘a la veracruzana’.