General Motors informó el martes mayores ventas de automóviles en Estados Unidos en el tercer trimestre respaldadas por una sólida demanda de los consumidores, logrando un sólido desempeño que será puesto a prueba por una huelga laboral en curso.
El gran fabricante de automóviles estadounidense obtuvo un aumento del 21 por ciento en las entregas de automóviles a 674.336, detrás de fuertes ganancias en modelos como la popular línea de camionetas Silverado y la marca de camionetas GMC.
Las impresionantes ventas se producen cuando GM, junto con sus rivales de Detroit, Ford y Stellantis, se enfrenta a una huelga cada vez más amplia del United Auto Workers, mientras el sindicato busca fuertes aumentos salariales y un fortalecimiento de los beneficios.
Más tarde el martes, el propietario de Chrysler, Stellantis, registró una caída en sus ventas del tercer trimestre en Estados Unidos.
Stellantis North America informó ventas de 380.563 vehículos en el período de julio a septiembre, un uno por ciento menos que en el mismo trimestre del año pasado.
«Hemos ganado impulso durante el verano y estamos empezando a ver cierto impulso al final de este tercer trimestre», dijo el jefe de ventas de la compañía en Estados Unidos, Jeff Kommor, en un comunicado publicado junto con los resultados.
Niveles modestos de inventario de GM
Algunos analistas han dicho que GM es la peor posicionada de las tres compañías debido a sus niveles más modestos de inventario de vehículos.
Las cuatro marcas principales de GM obtuvieron ganancias en ventas, y tres de las cuatro experimentaron aumentos de dos dígitos, lo que refleja una mayor disponibilidad de vehículos después de que las dificultades en la cadena de suministro afectaron los inventarios en el mismo período del año anterior.
«La demanda de nuestros vehículos por parte de los clientes sigue siendo fuerte, y ese es el aspecto más importante que se ve en nuestros resultados y nos impulsará en el futuro», dijo un comentario de GM.
Señalaron que los inventarios finales del trimestre de GM de 442.586 automóviles representan el nivel más alto desde finales de 2020.
Pero esa cifra está muy por debajo de los niveles previos a la pandemia: a finales de 2018, GM tenía 755.000 unidades disponibles.
Una presentación de Cox Automotive dijo que las marcas Chevrolet y Cadillac de GM tenían inventarios estadounidenses inferiores al promedio, mientras que las marcas Jeep y Ram de Ford y Stellantis tenían suministros superiores al promedio nacional.
«La huelga no podría haber llegado en peor momento dado su reciente impulso», dijo la semana pasada el economista de Cox, Charlie Chesbrough, sobre GM en una transmisión por Internet.
Jonathan Smoke, otro economista de Cox, describió el impacto de la huelga como «modo» hasta el momento.
Pero Smoke caracterizó una paralización prolongada como una amenaza dado que los fabricantes de automóviles han mejorado recientemente la disponibilidad de sus vehículos.
«Si la huelga dura más allá del Día de Acción de Gracias (a finales de noviembre), es probable que la industria experimente un revés y una repetición de gran parte de la dinámica que vimos en 2021», cuando los inventarios se redujeron debido a problemas en la cadena de suministro, dijo.
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