Claudia Rodríguez
Apenas hace poco más de un mes, en este mismo espacio se hacía mención sobre la reunión que se llevó a cabo en Los Pinos entre Enrique Peña Nieto y la gran mayoría de los gobernadores de cada de las entidades de la República Mexicana, con el objeto de implementar medidas extraordinarias para proteger a periodistas.
La sentencia previa fue que tal empresa tenía sólo objetivos mediáticos por lo que el resultado sería totalmente nulificado en favor de que los periodistas mexicanos se sintieran seguros para realizar su trabajo y el Estado les otorgara en la práctica, esas mismas garantías.
Peña Nieto se sentía presionado en manifestarse, luego del asesinato a plena luz del día del periodista Jarvier Valdéz, especialista y cronista de manera primordial del narco en el estado de Sinaloa.
En aquél momento, el discurso del presidente advertía dar esperanza y tranquilidad a los periodistas, y ante los reclamos y gritos de los mismos en el propio evento de Los Pinos, Peña se dijo indignado y se advirtió solidario con los trabajadores de los medios de comunicación e independientes.
Mas ahora, cuando se señala a la misma Administración de Peña Nieto de ser espía de periodistas y de defensores de derechos humanos, acción que intenta a la vez, la intimidación; desde el Gobierno priista, se escuchan voces y se leen escritos que advierten que de eso no hay pruebas, no de que tales actos son inciertos.
El tono de la negación es además hostil. Nada que se le parezca a aquella voz con tintes de dolor y simpatía por el gremio.
La Administración de Peña Nieto pide pruebas del espionaje del que es señalado y es precisamente esta práctica, la menos respaldada por cualquier entidad.
Una investigación de la comprobación de esas pruebas, sería además inoficiosa porque el Gobierno de Peña tendría de su parte a los propios juzgadores.
Peña Nieto gastó además millones de pesos del dinero público para una tarea ilegal e inmoral.
Se le acabo el sexenio al presidente en turno y no se logró mas que abonar a las mismas prácticas retrógradas que tanto daño hacen a toda la sociedad mexicana.
Acta Divina… El Gobierno de la República señala que no existen pruebas de espionaje a periodistas y activistas.
Para advertir… También se compran.
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