Por Vicente Moreno Aparicio
• Golpe duro de EU a los serviles Peña Nieto y Videgaray
• Kelly compara a México con Venezuela y advierte colapso
• Trump excluye a la cancillería mexicana en reunión de Líderes
• ¡Maldito gobierno! grito de dolor en Chiapas y Oaxaca
Tanto servilismo de Enrique Peña Nieto y Luis Videgaray hacia el gobierno de Donald Trump para que en segundos el secretario general de la Casa Blanca, el general John Kelly, soltara una verdad que hasta ahora nadie ha podido negar en el ámbito político estadounidense de comparar a México con Venezuela durante el mandato de Hugo Chávez y advertir que nuestro país está al borde del colapso.
Obviamente, esa declaración de Kelly surtió efecto de enojo para Peña Nieto y Videgaray, quienes aún no asimilan la realidad del país por el mal gobierno, la incesante corrupción, la inseguridad, el poderío de los carteles de la droga y la cínica impunidad para hacer sentir que no les importa el pueblo de México y mucho menos lo que piense, como se leen en las redes sociales, porque la prensa escrita, radial y televisiva ni siquiera comentan el odio que flota entre población.
Sin estar presente en la reunión que sostuvo el presidente Donald Trump con senadores demócratas el pasado miércoles, el periódico New York Times se atrevió a publicar lo expresado por Kelly y pidió una defensa fronteriza fuerte que incluya reforzamiento del muro anhelado por Trump.
En la nota informativa se afirma que Kelly consideró preocupante la situación de seguridad y la inestabilidad política en México.
La noticia del periódico neoyorquino llegó a los Pinos y causó furor y ni siquiera Peña Nieto y mucho menos el aprendiz de canciller Videgaray -que aún no aprende y dejar de ser arrastrado- pudieron responderle a Kelly.
Sin embargo, ordenaron al embajador de México en Washington Gerónimo Gutiérrez responder a ese “duro” señalamiento. Y las mentiras continúan. Estados Unidos no ha respondido al mensaje que el diplomático envió a la Casa Blanca, pero Videgaray afirma lo contrario al decir que la administración Trump no refleja la visión ni lo expresado por Kelly.
La crisis entre México y Estados Unidos se ha acrecentado a pesar del servilismo de Peña Nieto y Videgaray y prueba de ello es la exclusión de la cancillería mexicana en la reunión de Trump con líderes de Latinoamérica, donde se habló de la crisis que vive Venezuela.
En esa reunión, el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, le contestó a Trump, quien buscaba el apoyo de los líderes para invadir Venezuela: “Ningún país latinoamericano apoya una posible intervención militar en Venezuela”, puntualizó el mandatario colombiano… Obviamente, si hubieran estado en esa reunión Peña Nieto y Videgaray estarían de acuerdo con el bélico estadounidense…
Herido en su ego por no tener respuesta favorable a su intención, Trump dijo que la democracia se encuentra en decadencia en Venezuela y reiteró la urgencia de unir fuerzas para resolver los problemas de ese país… De nueva cuenta, el silencio de los presidentes dejó inquieto al mandatario estadounidense que todo indica que ama y pide guerra contra el que se le enfrente, pues ante la ONU se convirtió en un corderito, siendo un lobo en la búsqueda de alianzas con los países para responder a Norcorea que ansía desaparecer Estados Unidos con sus peligrosos misiles.
La inteligencia de Estados Unidos vía Agencia Central de Inteligencia -CIA- tiene muy bien informada a la Casa Blanca de lo que sucede en México y es el termómetro para respaldar lo que Kelly manifestó en esa reunión.
La Casa Blanca sabe que tanto Peña Nieto como Videgaray, así como miembros del gabinete, gobernadores y legisladores son corruptos y que se han llegado al poder únicamente, no para gobernar y desarrollar un México mejor, sino para enriquecerse ilícitamente.
En un informe de la Embajada de Estados Unidos en México con apoyo de la CIA enviado a la Casa Blanca, se detalló el fraude electoral cometido por el gobierno de Peña Nieto y su partido -PRI-, por lo cual el propio Kelly expresó la inestabilidad política.
Pero también, percibe la situación de los partidos como lo es Acción Nacional, donde está a punto de estallar una bomba en contra de su presidente Ricardo Anaya, quien ha dividido la militancia y el enojo de los aspirantes presidenciales.
El gobierno de Estados Unidos no ve con malos ojos a Andrés Manuel López Obrador, por el contrario lo acepta, porque permitir la continuación corrupta del PRI propiciaría la segunda versión venezolana en Latinoamérica y los estadounidenses no quieren una revolución en su traspatio y mucho menos la llegada de mexicanos en su territorio que huyen ante la revuelta.
Dolor y muerte por el terremoto
La respuesta de mexicanos en Estados Unidos para ayudar a los damnificados de Chiapas y Oaxaca ha sido muy lenta, esto debido a la desconfianza que se tiene al gobierno corrupto. Por una parte, han cargado trailers con comida, ropa, cobija e incluso casas de campaña y han sido frenados en la frontera por parte de la Aduana y del Instituto Mexicano de Migración, es decir no los han permitido ingresar porque no hay documentos para su entrada al país.
También han habido donativos económicos y quienes los han dado piden que ese dinero no llegue a manos del gobierno mexicano, que se lleve a México y que se entregue personalmente a los damnificados o que se compre en los almacenes productos alimenticios y sean distribuidos directamente hacia los damnificados.
En Oaxaca y Chiapas gritan
¡Maldito gobierno! es el grito de dolor de los miles de damnificados a los que no les ha llegado la ayuda necesaria para sobrevivir y para colmo, las despensas enviadas por Enrique Peña Nieto a Chiapas y Oaxaca contenían productos alimenticios caducados. Ese es el trato indigno de un presidente que le vale madre lo que le suceda al pueblo.
Todo tiene un límite y Peña Nieto ya lo rebasó acrecentando el odio del pueblo mexicano, exigiendo su renuncia.
Chiapas y Oaxaca se han convertido en escenarios para los medios informativos, pero nadie se atreve a decir la verdad de que el gobierno no hace nada por ayudar a esa gente desesperada que no tiene que comer y agua que beber.
Es triste ver como esa gente llora por temor a que siga temblando y no tener un techo para dormir como tampoco que comer y que beber.
Lo cierto es que los vivales se apoderan de las pocas remesas de agua y alimentos enlatados para su uso personal y no llegan a los lugares más necesitados y no se diga de los asaltantes que con machetes, pistolas y cuchillos atentan contra conductores vehiculares que transportan la ayuda para los necesitados como es el caso en Juchitán, donde los motociclistas se convierten en delincuentes para amenazar y robar.