Desde Filomeno Mata 8
Por Mouris Salloum George*
No fueron las calificadoras de deuda neoyorkinas el sinodal de la gestión presidencial de Enrique Peña Nieto: Fueron los votantes del 1 de julio los que dictaron su demoledor veredicto.
Esta semana, una confiable agencia investigadora de opinión pública concluyó que el mexiquense se va con la reprobación de 83 por ciento de los mexicanos.
A pesar de esos indeseables certificados, los secretarios encargados de despacho no dan reposo a sus lenguas de madera, ensalivando lo que desde su personal óptica es el estado que guarda la nación.
El titular de la Secretaría de Hacienda, José Antonio González Anaya colorea de rosa el paisaje: Economía con signos buenos, con crecimiento sostenido durante 34 meses.
Cuatro millones de empleos, record sobre dos sexenios anteriores juntos. Buenas cuentas en finanzas públicas, etcétera.
Es la aritmética de los tecnócratas, que no se compadecen de la situación real de la mayoría de los compatriotas. Le faltó decir a González Anaya que el próximo gobierno llega a tejer y cantar.
No tocar una coma del arreglo comercial con Trump
Más insolente resulta el secretario de Economía, Edilberto Guajardo Villarreal, actor determinante en el leonino arreglo comercial bilateral con la administración de Donald Trump.
Sin darse por enterado de que ya no está en el Senado el dócil yucateco priista Emilio Gamboa Patrón, el salinista regiomontano soltó su voz de trueno a la Cámara alta: ¡Cuidado! con cambiar una coma en el texto que eventualmente podría ser validado el 30 de noviembre.
¿Qué quiso decir Guajardo con la advertencia de que, si se añade una coma o un acento al documento, se abrirá la Caja de Pandora?
Algo debe ocultar la caja negra de ese documento para suponer que al abrirla saltarán las serpientes de la sorpresa.
En esa feria de incontinencia glandular participan otros altos mandos altos y de medio pelo que no se resisten a despedirse sin dictar su testamento “político” y administrativo a la cuarta transformación de la República.
¿A qué le temen los peñistas, si ya tienen asegurada su amnistía? Si mantienen los decibeles al más alto volumen, ¿es que pretenden mantenerse dentro del presupuesto, aunque sea como asesores? Vaya usted a saber.
*Director General del Club de Periodistas de México, A.C.