Pablo Gato
Mañana (hoy) los líderes de EEUU, Ucrania y la UE decidirán si en Ucrania para el conflicto o sigue. La decisión la tendrá
Zelensky, le gusten los términos impuestos por Rusia o no. Algunos le animan a resistir, otros le dicen que si no acepta ahora toda Ucrania podría acabar en manos de Rusia.
Desde el punto de vista militar, no hay ninguna duda de que Rusia ya ha ganado el conflicto a pesar de estar utilizando una parte pequeña de su potencial militar.
Rusia impone sus condiciones y si no se aceptan, sus militares seguirán avanzando. Llego el momento de la verdad.
Reto mundial.
Reto a quien sea a que vaya un día a los varios flea markets de Washington el domingo y no salga con como mínimo un tesoro. Es imposible. Y a unos precios que hasta uno se ruboriza negociando. Balance del día: una revista LIFE original de 1966 con una portada de Robert Kennedy. El titular reza: “Se atreverá a postularse en 1968?”. Si, se atrevió y lo asesinaron por hacerlo.
Otro LIFE histórico con la portada del soviético Yuri Gagarin, el primer astronauta en hacer una órbita terrrestre en 1961. Su hazaña dejó en shock a los EEUU, que comenzo a tomarse mucho más en serio la carrera espacial.
Una LIFE con la portada de unos “hippies” en los 60. Varios ejemplares de revistas de Hollywood de los años 30. Las portadas también son iconicas.
Varias cartas escritas a mano de EEUU también de los años 30, antes de la Segunda Guerra Mundial. Si, la gente escribia cartas personales. Si, lo hacían a mano.
Varias fotos familiares de los años 50-60, incluidas dos con niños. Uno delante de un precioso coche americano de la época y otra de uno en una famosa “vespa” italiana.
Tambien un libro de Hemingway, “Fiesta”, de los años 50.
Y para finalizar algo histórico: la bíblia de bolsillo que se entregaba a los pilotos de la Fuerza Aérea del Ejército de los EEUU (el precursor de la Fuerza Aérea de EEUU) que iban a combatir en la Segunga Guerra Mundial.
Lleva un mensaje del Presidente Rooselvelt escrito a máquina.
Los que no van a los flea markets no saben lo que se pierden