Mauricio Carrera
Sí eres escritor, escribe. El escritor no nace, se hace. Primero vive y después escribe. Lo supo Robert Louis Stevenson: “Tenemos tanta prisa por escribir y dejar oír nuestra voz en el silencio de la eternidad, que olvidamos lo único realmente importante: vivir”.
Si no te gusta tu propia vida, felicidades: la literatura te brinda la posibilidad de vivir otros ámbitos, otras voces, otras vidas. “Escribir libros es un triste consuelo de la no adaptación a la vida” (José Vasconcelos).
Al escribir tienes una ventaja sobre la vida. Lo que escribes puedes mejorarlo, corregirlo, tachonearlo o tirarlo a la basura. La vida no admite borradores porque es única. Lo que hiciste ya no puedes cambiarlo ni suprimirlo ni enmendarlo.
En literatura, antiguamente, el lápiz se usaba por sus dos extremos: la punta de grafito para escribir y la goma para borrar. Hoy, en tu computadora, recuerda que hay una tecla importante: delete.