Claudia Rodríguez
Todo parece indicar que la renuncia de Raúl Cervantes a la Procuraduría General de la República (PGR) tiene que ver más con los manejos a modo del Gobierno Federal para acomodar todos los hilos del poder perpetuo a su favor; que con los obstáculos a las aspiraciones de Cervantes a ocupar la Fiscalía General, o como el mismo Cervantes advirtió: para no ser él mismo una traba en el nombramiento de la figura en cuestión.
Del mismo modo, la remoción del ahora ex fiscal de delitos electorales, Santiago Nieto Castillo, devela un tufo de aplastar cualquier avance en la investigación sobre si Emilio Lozoya recibió o no recursos de la empresa brasileña Odebrecht para financiar la campaña presidencial del priista, Enrique Peña Nieto. Además de que esta misma situación, permitiría al partido en el poder, poner un fiscal electoral a modo para la calificación de las elecciones del cercanísimo 2018.
Santiago Nieto habría advertido, luego de su destitución de la Fiscalía de Delitos Electorales (FEPADE), que no otorgaría entrevistas a ningún medio de comunicación sobre su mismo cese, y que dejaría al Senado de la República que decidiría sobre su remoción definitiva o su restitución en el cargo.
Pero cuando el encargado de la PGR, Alberto Elías Beltrán –tras la renuncia de Cervantes–, advirtió que fue él, y solo él, quien ordenó el cese de Santiago Nieto, en lo que parece un arranque del sentirse el verdadero procurador y no al que le encargan el despacho, además de que incluso acusó la posible encarcelación de Nieto Castillejos por hasta 10 años por haber incurrido en infidencias sobre distintos casos de investigación judicial de la PGR; fue entonces y ante la advertencia pública que sonó a amenaza que Nieto inició su defensa en los medios.
Lo preocupante aquí, es cómo a todas luces el Gobierno mueve a quien le resulta incómodo en determinado momento, aun cuando en algún tiempo algunos fueron cuates de “golf, del tenis y de copas”.
Pero más aún, cuando el removido y posible preso es quien era el encargado de procurar justicia en materia penal electoral, investigando y persiguiendo cualquier delito de este tópico, y Presidencia intenta atajar a toda costa, las investigaciones Odebrecht-Emilio Lozoya-financiamiento de las campañas priistas en el 2012.
¿Qué podemos esperar nosotros los mortales de la procuración de justicia, si en el Gobierno entre pares se desconocen, defenestran y aplastan sus dignidades?
Si Santiago Nieto es parte de un guion priista, el protagónico se les salió de las manos.
Acta Divina… “Decisión mía cesar al titular de la FEPADE”: Alberto Elías Beltrán, encargado de la PGR.
Para Advertir… Cuando se es encargado de algo, siempre habrá oportunidad de consultar a los interesados sobre qué hacer o no hacer.
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