La insoslayable brevedad
Javier Roldán Dávila
El radical virtuoso va a la raíz del problema no los ideologiza
El discurso del presidente colombiano, Gustavo Petro, pronunciado en la 77a Asamblea General de las Naciones Unidas, es una joya oratoria que podemos equiparar, sin duda alguna, con “I Have a Dream”, proferido por Martin Luther King en 1963.
En ocasiones, ante los problemas más acuciantes, las oligarquías trasnacionales recurren a la repartición de responsabilidades, cuando son ellos los que propician los perniciosos fenómenos. Les dejamos unos fragmentos, sin embargo, los invitamos a leerlo completo:
“Si observan que los pueblos se llenan de hambre y de sed y emigran por millones hacia el norte, hacia donde está el agua; entonces ustedes los encierran, construyen muros, despliegan ametralladoras, les disparan. Los expulsan como si no fueran seres humanos, quintuplican la mentalidad de quien creo políticamente las cámaras de gas y los campos de concentración, reproducen a escala planetaria 1933. El gran triunfo del asalto a la razón”.
“¿Acaso no ven que la solución al gran éxodo desatado sobre sus países es volver a que el agua llene los ríos y los campos se llenen de nutrientes?”
“El desastre climático matará centenares de millones de personas y oigan bien, no lo produce el planeta, lo produce el capital. La causa del desastre climático es el capital. La lógica de relacionarnos para consumir cada vez más, producir cada vez más, y para que algunos ganen cada vez más produce el desastre climático. Le articularon a la lógica de la acumulación ampliada, los motores energéticos del carbón y del petróleo y desataron el huracán: el cambio químico de la atmósfera cada vez más profundo y mortífero. Ahora en un mundo paralelo, la acumulación ampliada del capital es una acumulación ampliada de la muerte”
¡Chapó don Gustavo!