En lo personal, siempre me he detenido después de participar o de ser coactor de un hecho -aunque este ya no tenga remedio- a preguntarme:¿Por qué actué de una manera y no de otra?
A través de los libros descubres el mundo y una lectura te conduce a otra
El libro, no importa la forma que adopte en el futuro, no va a desaparecer.
Lo que llaman Inteligencia Artificial es una extensión de la Inteligencia Humana, y ambas son herramientas de que disponemos las personas para movernos en el mundo.
Ciencia y tecnología: son logros que hay que agradecer porque procuran bienestar a quienes los poseen, pero estos avances son también usados para destruir y en la explotación irracional de los recursos naturales y de la fauna en general
México es uno de los países más ricos del mundo, tiene todos los climas y todas las naturalezas que existen en el orbe, y los mexicanos, aún mal pagados, son trabajadores eficientes y hacen muy bien su labor
Carlos Alberto Duayhe
Roberto no da tregua a sus lectores y menos a sí mismo. Acaba de publicar en Lectorum la novela Ensayo de una vida y sin mayores rodeos su existencia lo iguala al título. Con este último libro lleva 16, entre novelas, cuentos, poesía, ensayos, reseñas, autobiografía, teatro y crónicas de viaje. Es originario de la Cuenca del Papaloapan, de Villa Azueta, Veracruz, donde creció y aprendió de la naturaleza y de su familia el amor a las artes; fue a Xalapa y a la Ciudad de México. Ganó el primer premio del V Festival de Teatro de la Universidad Veracruzana en 1972, El Premio Nacional de Cuento del INBA y la Casa de la Cultura de S.L.P. en 1980, el primer Premio SOGEM-BAYERN de cuento en 2007. Vive en Escocia, Reino Unido, con su compañera, la artista fotógrafa de origen irlandés, Christina McBride. Y no se siente extraño en aquellas lluviosas y heladas tierras británicas, pues como dice: soy una persona solitaria e independiente, y a donde quiera que voy o estoy, creo un mundo propio. Y he aquí una porción sí, de su vasto mundo:
-Roberto, tu última novela publicada es Ensayo de una vida ¿Qué te llevó a ese impulso en donde describes retos, vicisitudes del amor en toda su expresión, las urbes, los viajes, las distancias, las impredecibles conductas hasta las diferencias sociales de la diversidad mexicana e incluso del extranjero?
– Lo que intenté al escribir Ensayo de una vida fue describir el acontecer de un matrimonio de la clase media, clase social que considero como la clase que da estabilidad a la población mexicana, que en su mayoría es pobre. Narrar las peripecias de casados de esta pareja, me dio el pretexto para dar una muestra representativa, a nivel humano, de la vida del México contemporáneo. En ella describo una cantidad considerable de personajes plenos de vicios y de pasiones en un fresco teñido de todo tipo de colores.
Definitivamente es una historia de amor entre dos escritores muy sensibles y de una voluntad a toda prueba. El narrador, tiene la oportunidad de viajar al extranjero y confronta de esta manera también, los mitos y fantasías que se ha creado a través de una cultura libresca y cinéfila, exponiendo sus experiencias en otros países a una revaloración de primera mano. De tiempo atrás tenía el propósito de escribir una trilogía que describiera a un personaje, sometido no solamente a la información hereditaria de sus genes y a su pasado infantil que es, en opinión de los sicólogos, donde se fijan caracteres de nuestra personalidad, sino también a las fuerzas sociales que inciden en él mientras interactúa con sus semejantes durante su existencia. Ensayo de una vida, es una de esas novelas del proyecto que mencioné antes.
-¿Qué esperas de esta novela, parte tuya como literato?
-Estoy convencido que la lectura de libros, en forma de novela, crónica, cuento, poesía, proporciona placer, entretenimiento y sobre todo revela mundos desconocidos. Yo fui un lector infatigable en mi niñez y adolescencia de revistas, periódicos, novelas y cuentos integrados en colecciones; novelitas rosas, de vaqueros y gánsteres. Fui parte, todavía, de las generaciones que crecieron sin radio ni televisión y agotaron las bibliotecas familiares contenidas en libreros de puertas con vidrio y cerradura y; espero eso, que mi novela tenga lectores y sea leída y entendida como el viaje de un personaje con su pareja a través de sus vidas como una odisea llena de aventuras donde se juegan su azarosa existencia. La vida como un viaje frágil e incierto, en la que lo único que nos hará llegar a puerto alguno es hacer aquello que siempre hemos querido. Es una novela importante para mí porque la escribí aquí en Glasgow, Escocia, donde vivo y mientras la hice disfruté el país que somos.
-Eres de la Cuenca del Papaloapan, de Villa Azueta, Veracruz ¿Cómo inicias tu carrera de escritor?
-Sí, soy de Villa Azueta, nací a orillas del río Tesechoacán, afluente del Papaloapan. Inicié mi carrera de escritor en 1972, cuando adapté la novela Los hermanos enemigos, de Nikos Kazanzakis, al teatro y ganamos los premios del Festival de Teatro universitario en Xalapa, Veracruz. A ese premio siguieron años de aprendizaje como escritor en el Taller de Punto de Partida de la UNAM, que dirigía Miguel Donoso Pareja, quien me enseñó a estructurar un cuento, y los rudimentos del oficio. Miguel conocía los secretos de la buena escritura y no los ocultó nunca frente a sus alumnos. Me siento afortunado de haber aprendido de él lo que sé. Allí empecé a publicar en dos libros de Punto de Partida y en la Revista de la Universidad. Gané la beca de narrativa del INBA en 1980; ese mismo año el Premio Nacional de Cuento que otorga la Casa de la Cultura de San Luis Potosí y; dos años después, en 1982, salió ese libro No es como usted dice, publicado en la Editorial Joaquín Mortiz en la serie El Volador. Desde entonces a la fecha, he publicado 16 libros, entre volúmenes de cuentos, novelas, una autobiografía, libro de viaje, antologías de literatura mexicana y escocesa, y una cantidad grande de reseñas y artículos en los suplementos culturales de los periódicos y de revistas literarias de México y del extranjero.
-¿En cuáles géneros literarios has incursionado y cuál es el que más te agrada?
-He escrito en todos los géneros literarios y publicado en todos ellos, principalmente en los de cuento, novela, autobiografía, teatro y crónica de viaje, ensayos, artículos y reseñas literarias, poesía; incluso, aunque no sean géneros literarios, escribí tres guiones sobre literatura en la radio en un programa que producía Miriam Moscona para Radio Educación y dos programas para T.V. en el desparecido Canal 13. Me falta solamente hacer guion cinematográfico, pero eso implica una técnica diferente y especial y ya no me siento con ganas de ir a la escuela a estas alturas y; siendo honesto, ningún género es fácil, todos tienen el inconveniente de que los comienzos son difíciles, engorrosos, te provocan una gran cantidad de tribulaciones e inseguridad, pero una vez que superas las primeras páginas, la historia, el poema, lo que estés escribiendo te lleva y te aconseja como hacerlo. Lo que me agrada más cuando escribo es haber terminado lo que estoy haciendo, me invade un bienestar, una sensación única que hace sentirme parte del mundo al que pertenezco. Pero también al releer mis escritos, si no me parecen bien hechos, siento una amargura grande, una sensación de fracaso que me hace sufrir y que desaparece hasta que empiezo a corregir lo que esta defectuoso.
-Vives en Escocia, algo muy lejos y distinto a las costumbres mexicanas en muchos aspectos ¿cómo llegaste allá?
-Vivo en Escocia, Reino Unido, desde hace 11 años. En este tiempo he vivido también una temporada de cuatro meses en Irlanda, en su costa noroeste a la que voy dos veces al año. Escocia es algo tan lejos y remoto, que los escritores del siglo XIX la usaban para que allí ocurrieran sus historias y librarse de la censura en sus países. Las costumbres son distintas, pero la condición humana es la misma. Son personas muy educadas y sobre todo honestas. Decir la verdad aquí es muy importante. En su comportamiento social los escoceses me recuerdan el trato de los campesinos de Villa Azueta, a quienes conocí de niño, siempre respetuosos y de buenas maneras. Si México es la tierra del sol, aquí el sol es oro molido, porque llueve mucho y hace frío. Hay dos estaciones, verano e invierno. Pero es quizá el país más bello que conozco. Me vine a vivir a Escocia, porque de aquí es mi compañera y ella no podía irse a vivir a México conmigo. Nos conocimos en una residencia artística que ambos hicimos en el extranjero, nuestra amistad evolucionó en una relación afectiva y aquí estoy después de mil peripecias y haber obtenido mi visa en el consulado británico de la Ciudad de México. Un escritor puede ejercer su oficio en cualquier parte.
-Además, eres un apasionado de las artes, desde pintura, fotografía, escultura, teatro ¿Qué te agrada más?
-Es difícil para mí abstraerme a la atracción que ejerce el arte porque es lo que hace que las cosas de este mundo se vean y se sientan y se vivan en palabras, sonidos, colores, formas, imágenes. Ensayo de una vida da constancia de ello. Mi madre en su juventud fue actriz, primera dama del grupo de teatro de Otatitlán, Veracruz; grupo teatral que dirigía su tío, además de primer actor. Mi madre pintaba al óleo, tengo una naturaleza muerta de ella: una col y unos rábanos. Mi hermano Javier fue artista, vivió en Europa años, incluso ganó un concurso internacional de pintura convocado por la UNESCO (segundo lugar). A este ambiente familiar favorable se agregaron mis lecturas, y esto es importante recalcarlo porque a través de los libros descubres el mundo y una lectura te conduce a otra; el conocimiento de una época te remite a su música, y a las artes en general, y esto despertó en mi la necesidad de conocer la obra y la vida de los artistas. Mi curiosidad por el arte aumentó con el tiempo, estudié música un año y cuando voy a una ciudad, cualquiera que sea, visito sus museos y sus salas de concierto. Estoy casado con una artista.
-¿Qué acontecimientos de la vida, de la historia, te llaman más?
-De la historia de México, el período Prehispánico reseñado por investigadores que entregaron su vida a su estudio y descripción: Bernal Díaz del Castillo, el padre Garibay y Miguel León Portilla. El período de la Revolución Mexicana, que generó la literatura homónima que se liberó de la colonial y de la matriz española y se manifestó con una personalidad propia, cuya cumbre es la obra de Juan Rulfo. En pintura el Dr. Atl, Orozco, Siqueiros, Rivera, Frida Kahlo, etc. En música, Ponce, Revueltas, Moncayo, Márquez, etc. El siglo de oro español con Cervantes a la cabeza. El Renacimiento Italiano; el siglo XVIII austriaco con Haydn, Mozart, Beethoven, Schubert, etc. Los siglos XIX-XX rusos, con Tolstoi, Dostoyevski, Pushkin, Gogol, Svietaieva, Pasternack, Babel, Scriabin, Tchaikovski, Shostakovich, Prokofiev, etc. El periodo de entreguerras alemán con Brech, Kurt Weill, etc. El siglo XX estadounidense, con su pléyade de escritores, compositores, intérpretes, jazzistas y de música rock. Todos los países del mundo han tenido sus momentos de gloria, y los volverán a tener. Esas épocas deben ser estudiadas y lo han sido. En lo personal, siempre me he detenido después de participar o de ser co-actor de un hecho –aunque este ya no tenga remedio– a preguntarme ¿Por qué actué de una manera y no de otra?
-¿Qué puedes decir de la ciencia y la tecnología contemporánea que han cambiado tanto al mundo en las últimas décadas?
-Para quienes hemos podido usarla porque no es barata, es una maravilla en todo sentido. Yo pasé de escribir a mano, a la máquina de escribir, de allí a la máquina eléctrica y de ésta a los modelos de computadora que ha habido en el mercado. Es un ahorro de trabajo incalculable. Viajar en tren a 300 kilómetros por hora lo es también de tiempo y de cansancio; los modernos jets que te llevan de una ciudad a otra; la comunicación por teléfono celular; las telas y materiales a prueba de agua, viento, frío y tormenta te salvan de cualquier invierno; los autos que te avisan si una llanta está perdiendo aire, si debes detenerte a descansar un momento y que toman video a quien intente abrirlo, son logros que hay que agradecer porque procuran bienestar a quienes los poseen, pero es claro para todos también que todos estos avances son también usados para destruir la humanidad en acciones bélicas y en la explotación irracional de los recursos naturales y de la fauna en general; y este uso que se da a las sofisticadas tecnologías contemporáneas causa desilusión, pérdida de fe y desánimo. Hay incertidumbre, suspicacia y escepticismo en el planeta por esta causa.
-¿Qué piensas de la inteligencia artificial, de las redes sociales, del internet que casi todo responde?
-Yo, leo el periódico todos los días, y en los momentos de descanso de mi trabajo entro en las redes y veo lo que publican mis amigos y conocidos en sus espacios para distraerme con sus comentarios y las imágenes que ponen. De esa manera me doy cuenta como el mundo que difunden los medios es adoptado por las personas que lo sufren y lo disfrutan. Me da gusto ver sus fotografías, etc. Yo también pongo fotos y cosas que hago para que no se olviden de mí, y esto me parece muy saludable para la comunicación humana. Del internet que casi todo lo responde, no estoy tan seguro que lo haga correctamente. Mira, una de mis pasiones es la música, y leí en una revista un artículo sobre Mozart, donde el autor aseguraba que el compositor tenía fobia al violín. Yo sabía de su aversión a la trompeta desde niño, pero no del violín, fui a Wikipedia, y en la ficha de Mozart encontré una reproducción casi exacta del artículo (el autor se lo había pirateado) y afirmaba -erróneamente- de la fobia de Mozart al violín. Hay que tener cuidado y no tomar todo lo de allí como cierto. La Inteligencia Humana es una habilidad que puede ser desarrollada a través de su ejercicio como los músculos en un gimnasio, y de esa manera se hará grande. Lo que llaman Inteligencia Artificial es una extensión de la Inteligencia Humana, y ambas son herramientas de que disponemos las personas para movernos en el mundo a través de nuestras actividades. El dilema para su uso que pueden plantear la inteligencia humana y la inteligencia artificial es ético, porque ambas pueden ser empleadas para hacer el bien o el mal.
-¿Las nuevas generaciones verán la literatura de alguna otra forma?
-Por lo que he observado de la oferta de las grandes corporaciones editoriales y de entrevistas que he tenido con colegas escritores, existe un retroceso muy grande en lo que se refiere a la temática y a la forma en que se elaboran los géneros literarios. Se está volviendo a la época en que el rey o el príncipe pedía a sus artistas la obra que ellos querían y como la querían. El artista era entonces un artesano que cumplía con sus dictados so pena de poner en riesgo su puesto en la corte. Los corporativos editoriales en la actualidad, hacen estudios de mercadotecnia, y en base a los resultados de sus investigaciones piden ¨a sus escritores¨ lo que deben escribir, incluso les proporcionan los libros en los que han de basar sus textos. Un libro bueno es un libro que vende mucho, es el criterio. Esta masificación del libro tiene un antecedente en lo que en el siglo XIX se llamó ¨La novela del ferrocarril¨ en los Estados Unidos, donde en las estaciones de trenes había quioscos donde vendían libros para entretenerse mientras duraba el viaje. Eso no impidió el boom de extraordinarios escritores y poetas en USA en el siglo pasado. Debemos ver lo que ocurre en este momento en la industria editorial como parte de un ciclo, un vaivén en la historia del libro. El libro, no importa la forma que adopte en el futuro no va a desaparecer. En este momento la oferta de las medianas y pequeñas editoriales son una opción saludable.
-Finalmente, México ¿extrañas?
-México es uno de los países más ricos del mundo, tiene todos los climas y todas las naturalezas que existen en el orbe, y los mexicanos, aún mal pagados, son trabajadores eficientes y hacen muy bien su labor. Estoy orgulloso de mi nacionalidad. Ahora, el país está completando su integración con USA y Canadá, y eso será beneficioso para los tres países: esperemos que sea así. Yo soy una persona solitaria e independiente, y a donde quiera que voy o estoy, creo un mundo propio. Pero, aunque aquí tengo una familia, extraño ir al Centro de la Ciudad de México, ir a Tlaxcala un fin de semana a verme con mis amigos; extraño la deliciosa comida mexicana (los mexicanos deben hacer conciencia de este tesoro que poseen), extraño los puestos de vendedores ambulantes y sobre todo hablar en el español que hablamos en México.