Es muy posible que con la anuencia del secretario José Antonio González Anaya, altos mandos de la Secretaría de Hacienda estén organizando un sindicato de trabajadores de confianza, con la finalidad de enfrentar las medidas de austeridad anunciadas por el próximo gobierno. Incluso para defender la chamba.
Y vaya que la mayor parte de ellos tienen chambas y “prestaciones” jugosas: sobresueldos, compensaciones, bonos… y hasta reparto del botín, pues en muchos casos, como aliciente, se les dan “comisiones” por recursos recuperados en las áreas tributaria y aduanera. Son, además –junto con los del Banco de México– los mejor pagados de la Administración Pública Federal.
Son trabajadores de confianza, de acuerdo al artículo 3o. de la Ley Reglamentaria de la Fracción XIII Bis del Apartado B, del Artículo 123 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, “…los directores Generales y los Subdirectores Generales; los directores y Subdirectores adjuntos; los Directores y Subdirectores de División o de Área; los Gerentes, Subgerentes y Jefes de División o de Área; los Subgerentes Generales; los Gerentes; las Secretarias de los Gerentes y de sus superiores; los Contadores Generales; los Contralores Generales; los Cajeros y Subcajeros Generales; los Representantes Legales y Apoderados Generales; así como aquellos que conforme al catálogo general de puestos de las instituciones administren, controlen, registren y custodien información confidencial básica de carácter general de las operaciones, o bien desempeñen funciones de dirección, inspección, vigilancia, fiscalización, investigación científica, asesoría o consultoría, cuando éstas tengan carácter general. En el Banco de México, además de los anteriores, son trabajadores de confianza los que señale su Ley Orgánica.”
Y como hay de “clases a clases”, la pregunta es ¿ejercerán el derecho de huelga? ¿Botearán en las calles para pedir apoyo a su movimiento?
La intentona, informan a Balconeando, ya se extiende por otras áreas del gobierno que –¡oh, tragedia!– todavía encabeza Enrique Peña Nieto.
¿Transición de terciopelo?
Boda al estilo NXIVM
Un nombre proscrito en los periódicos del regiomontano Alejandro Junco de la Vega es el de Keith Raniere. Tiene sus razones el editor de los diarios El Norte, Reforma y Mural que se editan en Monterrey, Ciudad de México y Guadalajara, respectivamente. Su hija, Rosa Laura, forma parte del culto NXIVM –donde se marca a las mujeres como si fuesen ganado y se les explota sexualmente– y, hasta ahora, él ha sido incapaz de rescatarla.
Pero en la edición del 9 de febrero de 2017, en el diario tapatío Mural, apareció la crónica de la boda de Jack Levy, destacado seguidor de Raniere, con Bibiana Huber.
“Su amigo Alejandro Betancourt –el segundo de a bordo de NXIVM en México, socio y amigo íntimo del número uno local, Emiliano Salinas— condujo el evento, que estuvo lleno de lágrimas y frases entrañables, con lo que todos salieron conmovidos por su autenticidad y emotividad”, dice la almibarada crónica.
Y, lo mejor, los contrayentes ” compartieron mutuamente sus votos, parte de ellos fueron escritos por Keith Raniere, una persona a la que ambos quieren muchísimo…”.
Se les escapó la nota a los editores del diario jalisciense.
Y eso debió molestar al máximo a Junco de la Vega, ¿no cree usted?
Lo que no se sabe es si, por ello hubo despidos… como los que ahora se están dando en esa empresa nuevoleonesa.