El grupo militante palestino Hamás dijo el viernes que los esfuerzos para acordar un alto el fuego en la Franja de Gaza habían vuelto al punto de partida después de que Israel rechazara efectivamente una propuesta de los mediadores internacionales.
Hamás dijo en un comunicado que celebraría consultas con facciones palestinas para revisar su estrategia de negociaciones para detener siete meses de guerra, desencadenada por su mortal ataque contra Israel el 7 de octubre.
Las Naciones Unidas advirtieron horas antes que la ayuda a Gaza podría detenerse días después de que Israel tomara el control esta semana del cruce de Rafah entre Gaza y Egipto, una ruta vital para los suministros al devastado enclave palestino.
A pesar de la feroz presión estadounidense, Israel ha dicho que seguirá adelante con un ataque contra la ciudad de Rafah, en el sur de Gaza, donde más de un millón de personas desplazadas han buscado refugio y las fuerzas israelíes dicen que se esconden militantes de Hamas.
Los tanques israelíes capturaron el viernes la carretera principal que divide las secciones oriental y occidental de Rafah, rodeando efectivamente la parte oriental de la ciudad en un asalto que ha provocado que Washington bloquee parte de la ayuda militar a su aliado.
La diplomacia indirecta no ha logrado poner fin a una guerra que, según las autoridades sanitarias de Gaza, gobernada por Hamás, ha matado a casi 35.000 personas desde el ataque del 7 de octubre. Unas 1.200 personas fueron asesinadas en Israel y 253 tomadas como rehenes el 7 de octubre, según recuentos israelíes.
Las conversaciones de alto el fuego en El Cairo fracasaron el jueves sin que se llegara a un acuerdo para detener los combates y liberar a los rehenes.
Hamás había dicho que estaba de acuerdo a principios de semana con una propuesta presentada por mediadores qataríes y egipcios que había sido aceptada previamente por Israel. Israel dijo que la propuesta de Hamas contenía elementos que no puede aceptar.
«El rechazo de Israel a la propuesta de los mediadores a través de las enmiendas que hizo devolvió las cosas a la primera casilla», dijo Hamas en la declaración del viernes.
«A la luz del comportamiento de Netanyahu y del rechazo del documento de los mediadores y del ataque a Rafah y la ocupación del cruce, la dirección del movimiento celebrará consultas con los líderes hermanos de las facciones palestinas para revisar nuestra estrategia de negociación».
EXPLOSIONES Y DISPAROS
Los residentes describieron explosiones y disparos casi constantes al este y noreste de Rafah el viernes, con intensos combates entre las fuerzas israelíes y militantes de Hamás y la Jihad Islámica.
Hamás dijo que tendió una emboscada a tanques israelíes cerca de una mezquita en el este de la ciudad, una señal de que los israelíes habían penetrado varios kilómetros desde el este hasta las afueras de la zona urbanizada.
Israel ha ordenado a los civiles que abandonen la parte oriental de Rafah, lo que ha obligado a decenas de miles de personas a buscar refugio fuera de la ciudad, que anteriormente era el último refugio de más de un millón de personas que huyeron de otras partes del enclave durante la guerra.
Israel dice que no puede ganar la guerra sin atacar Rafah para erradicar a miles de combatientes de Hamas que cree que se están refugiando allí. Hamás dice que luchará para defenderlo.
Los suministros ya se estaban agotando y las operaciones de ayuda podrían detenerse en cuestión de días a medida que se agoten las reservas de combustible y alimentos, dijeron agencias de ayuda de las Naciones Unidas.
«Durante cinco días, no entró combustible y prácticamente ninguna ayuda humanitaria en la Franja de Gaza, y estamos tocando el fondo del barril», dijo el Coordinador Superior de Emergencias de UNICEF en la Franja de Gaza, Hamish Young.
Las agencias de ayuda dicen que la batalla ha puesto en peligro a cientos de miles de civiles ya desplazados.
«No es seguro, no todo Rafah es seguro, ya que desde ayer cayeron proyectiles de tanques por todas partes», dijo a Reuters Abu Hassan, de 50 años, residente de Tel al-Sultan, al oeste de Rafah, a través de una aplicación de chat.
«Estoy tratando de irme, pero no puedo permitirme 2.000 shekels (540 dólares) para comprar una tienda de campaña para mi familia», dijo. «Hay un creciente movimiento de personas fuera de Rafah, incluso desde las zonas occidentales, aunque no fueron designadas como zonas rojas por la ocupación».
Los tanques israelíes ya han aislado el este de Rafah desde el sur, capturando y cerrando el único cruce entre el enclave y Egipto. Un avance el viernes hacia la carretera de Salahuddin que divide la Franja de Gaza completó el cerco de la «zona roja» de donde ordenaron a los residentes que salieran.
El ejército israelí dijo que sus fuerzas en el este de Rafah habían localizado varios túneles, y tropas respaldadas por un ataque aéreo lucharon cuerpo a cuerpo con grupos de combatientes de Hamas, matando a varios. Dijo que aviones israelíes habían atacado varios sitios desde donde se habían disparado cohetes y bombas de mortero hacia Israel en los últimos días.
La perspectiva de un ataque total a Rafah ha abierto una de las mayores divisiones en generaciones entre Israel y su aliado más cercano, Estados Unidos, que ha bloqueado los envíos de armas a Israel por primera vez desde que comenzó la guerra.
Netanyahu dijo el jueves que Israel «lucharía con las uñas» si fuera necesario, y esperaba que se resolvieran los desacuerdos con el presidente Joe Biden.
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