homopolíticus
Rocha: «Una mirada con bienestar»
Escondido en sus gruesos anteojos a causa de sus problemas de debilidad visual y gubernativa, Rubén Rocha ha sido desplazado por el Gobernador Designado de Palacio Nacional: Omar García, el jefe Harfuch.
La presidenta Claudia Sheinbaum, como Enrique Peña con Alfredo Castillo en el Michoacán de Fausto Vallejo, ordenó la residencia temporal del hombre fuerte de su gobierno, con todo el poder, para tratar de controlar la violencia de 88 días y de ser posible, pacificar Sinaloa.
En 2014, el presidente Peña otorgó poderes extraordinarios a Castillo, por sobre Vallejo, un gobernador dominado por el crimen organizado. El presidente López Obrador hizo lo propio con Cuauhtémoc Blanco, enviando a Elsa Julita Veites como gobernadora designada para atender violencia, inseguridad y pandemia de Covid-19, todo sin control. Para ocultar su debilidad visual y gubernativa, Rocha creó el programa Una mirada con bienestar, dotando de anteojos al alumnado de nivel básico, negado él a ver la realidad de la que es corresponsable.
En 88 días de violencia en Sinaloa, cuentan medios locales más de 500 mil personas asesinadas y 400 mil secuestradas. Todo ese lapso, el gobierno del académico de 75 años dejó crecer el enfrentamiento entre bandas rivales dedicadas a trasegar drogas, paralizando la violencia las ciudades y abandonando deber y gobernabilidad estatal.
Detrás de los gruesos anteojos está el responsable de la escalada de violencia que sus correligionarios aplaudieron de pie y sentados en distintos momentos, afianzando su permanencia en el cargo, contra los señalamientos que pesan en su contra, para intentar suavizar las investigaciones de dentro y de fuera.
El contrapeso Trump, aún presidente electo de Estados Unidos de Norteamérica, forzó una operación mexicana que recaudó mil 200 kilos de fentanilo. El veneno que lleva a una muerte lenta, pero segura, estaba lista para ser enviada a EEUU y para su consumo interno, tras descubrir y desmantelar un laboratorio clandestino para elaborar drogas sintéticas.
Como sea, en seis años de gobierno de López Obrador no se decomisó ni un gramo de fentanilo, un potente opioide sintético hasta 50 veces más fuerte que la heroína y 100 veces más fuerte que la morfina. Tanto, que una dosis de dos miligramos, que equivalen a 15 granos de sal de mesa, se considera letal, de acuerdo a datos del sistema de Salud de Texas.