El magnate del cine deshonrado Harvey Weinstein se enfrentó a una de sus acusadoras en un tribunal de Nueva York el miércoles cuando le dijeron que sería juzgado nuevamente por condenas por violación y agresión sexual que fueron anuladas en el estado.
Su condena de 2020 por violar a la exactriz Jessica Mann, que estaba en la primera fila de la galería pública de la sala del tribunal y a pocos metros de Weinstein, fue anulada por el tribunal más alto de Nueva York la semana pasada.
Weinstein estaba visiblemente frágil cuando lo llevaron en silla de ruedas a la sala del tribunal de Manhattan flanqueado por sus abogados, sonriendo y saludando a sus seguidores mientras lo empujaban en una silla de ruedas más allá de la galería pública.
Weinstein, que apenas ha sido fotografiado en público durante años, estaba flanqueado por dos funcionarios judiciales armados mientras estaba sentado en la mesa del acusado vestido con un traje oscuro y el cabello fino.
«Creemos en este caso… con ese fin (la acusadora) Jessica Mann está hoy ante el tribunal», dijo la fiscal Nicole Blumberg. «Está comprometida a que se haga justicia una vez más. Creemos firmemente que el acusado será condenado nuevamente en el juicio».
Pero el abogado de Weinstein, Arthur Aidala, insistió en que «fue absuelto de los cargos más graves», acusando a la fiscal en el juicio original en Nueva York de cometer perjurio.
El equipo de Weinstein había solicitado la libertad bajo fianza en espera de un nuevo juicio, pero el juez Curtis Farber la rechazó y lo puso en prisión preventiva en espera de un nuevo juicio que fijó para después del Día del Trabajo, el 4 de septiembre.
«Su vida está en juego», dijo Aidala.
La próxima audiencia en el caso será el 29 de mayo para manejar cuestiones de descubrimiento, dijo Farber, y agregó que «anticipamos un calendario de juicio en alguna fecha después del Día del Trabajo».
Fuera del tribunal, Aidala dijo que las autoridades deberían dedicar más tiempo a perseguir a los delincuentes del metro y a los manifestantes estudiantiles en la Universidad de Columbia.
Weinstein «no ha tenido peleas ni altercados» en prisión, añadió Aidala.
«(Pero) estaba acostumbrado a beber champán y comer caviar; ahora compra patatas fritas en la comisaría», dijo.
Weinstein fue condenado en Nueva York en 2020 por la violación y agresión sexual de la exactriz Mann en 2013, y por practicar sexo oral por la fuerza a la exasistente de producción Mimi Haley en 2006.
Fue sentenciado a 23 años de prisión.
La semana pasada, el tribunal más alto de Nueva York dictaminó que el juez de primera instancia se equivocó al admitir el testimonio de mujeres que supuestamente fueron abusadas por Weinstein pero que no fueron nombradas en los cargos presentados contra él.
Gloria Allred, abogada de derechos de las víctimas de Haley, dijo que su cliente «aún no ha tomado una decisión sobre si aceptará testificar en un nuevo juicio».
«La anulación de la condena fue un nuevo trauma para ella… Todavía está pensando en ello», dijo Allred fuera del tribunal.
Weinstein probablemente habría permanecido bajo custodia de todos modos debido a una condena por violación en California por la que recibió una sentencia de 16 años.
El alguna vez intocable peso pesado de Hollywood sufrió una serie de problemas de salud mientras estuvo en prisión y pasó un tiempo en una unidad hospitalaria segura.
En 2017 estallaron acusaciones explosivas contra el productor ganador del Oscar, lanzando el movimiento #MeToo, un momento decisivo para las mujeres que luchan contra la conducta sexual inapropiada.
La decisión de anular las condenas de Nueva York se basó en que los fiscales permitieran a los testigos testificar a pesar de no ser parte de los cargos, una excepción a las reglas normales que rodean la evidencia.
Los abogados dijeron que era poco probable que la condena de Weinstein en Los Ángeles se viera afectada por la revocación de la sentencia en Nueva York.
Pero el equipo legal de Weinstein ha indicado que ahora tiene la intención de apelar la condena de California.
«Si hay siquiera un indicio de que podría conseguir la libertad bajo fianza en California (pendiente de una apelación), debería conseguirla aquí», dijo Aidala fuera del tribunal. «Este caso está muy disminuido».
Un juicio civil otorgó 17 millones de dólares a decenas de otras mujeres que habían acusado al ex magnate del cine de abuso.
Weinstein y su hermano Bob cofundaron Miramax Films, una empresa de distribución vendida a Disney en 1993.
Sus éxitos incluyeron «Shakespeare in Love» de 1998, por la que Weinstein compartió un Oscar a la mejor película.
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