La insoslayable brevedad
Javier Roldán Dávila
¿Cómo dejar el asunto en manos de los que piensan que el progreso se mide en m2 de pavimento?
Señala el alcalde de Xalapa, Ricardo Ahued, que no se debe politizar el asunto de la escasez de agua potable, está claro que lo solicita, porque teme que la crisis de abasto reste votos a los candidatos de MORENA, partido por el que llegó al cargo el señor edil.
Sin embargo, para solucionar el desafío del estrés hídrico (la sequía pues), es indispensable que toda la ciudadanía, la polis, se involucre, es decir, que se politice.
Quizá, lo que el empresario metido a político quería decir, es que el fenómeno debe resolverse con propuestas técnicas viables, en este sentido, debió espetar: no hay que ideologizar el asunto del agua, lo cual suena mucho mejor.
Volviendo a la propuesta, el fenómeno es tan grave, que requiere la construcción de un consenso gobierno-sociedad, en el que se asignen las responsabilidades de ambos sectores, comenzando por hacer denuncias formales, de los supuestos saqueos cometidos en la Comisión Municipal de Agua y Saneamiento, tal como lo declaró el munícipe, no basta con ventilarlo en los medios de comunicación.
Por otro lado, la ciudadanía en general, debemos entender que el vital liquido no es un recurso perpetuo, por lo tanto, es necesario educarnos en un uso racional del mismo.
Hay mucho por hacer, entre otras cosas, entender que la obra pública va más allá de pavimentar a mansalva, reforestar tiene que ser una política pública de alta prioridad.
Así pues, insistimos: hay que politizar el tema del desabasto de agua.