La insoslayable brevedad
Javier Roldán Dávila
Defensores oficiosos ojo, la premisa válida es: todo lo que digan puede ser usado en su contra
Los conocedores de los laberintos políticos tabasqueños y las crónicas periodísticas, afirman que Hernán Bermúdez Requena, fue el brazo operador de Adán Augusto López durante su mandato e, incluso, cuando lo mantuvo a cargo de la ‘seguridad pública’ con Carlos Merino, gobernador sustituto.
Así pues, las andanzas del hombre de confianza del ‘hermano’ de YSQ, son de fama pública, sus vínculos con el crimen organizado fueron documentados por la prensa y por los servicios de Inteligencia del Estado Mexicano, sin embargo, permaneció años impune.
Pero, ante el desastre y la evidencia, desde febrero pasado, se liberó orden de aprehensión contra Bermúdez, quien está prófugo, presuntamente en Brasil.
El hecho es demoledor para las aspiraciones políticas de Adán Augusto, aunque el pueda salir bien librado (ante la ‘justicia’ mexicana, claro), nadie en su sano juicio, creerá que el ex secretario de Gobernación, no sabía de las tropelías de su colaborador y amigo.
El todavía presidente de la JUCOPO en el Senado, es el vivo ejemplo de lo que le pasará a más de un ‘compañero de lucha’: el destino los alcanzará, sobre todo, por las duras presiones de la administración Trump.
Ilusos, si piensan que con un Poder Judicial a modo y un salvoconducto ‘mañanero’, saldrán ilesos. Si al menos estudiaran la historia de LATAM, se lo habrían pensado dos veces.
Posdata tropical: la sacudida al zapote será de antología.