Col. Candelero 07 10 21
x.- En la entrega de la Medalla “Belisario Domínguez” a doña Ifigenia Martínez, ella y Monreal coinciden en que solo con unidad y acuerdos se puede lograr la equidad y transformación de este México.
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Abraham Mohamed Z.
El senador Ricardo Monreal, presidente de la JUCOPO del Senado, estuvo muy atento al acto solemne, desde su escaño en la vieja Casona de Xicoténcatl, en que se entregaron las Medallas Belisario Domínguez a dos eminencias mexicanas: el doctor Manuel Velasco-Suárez e Ifigenia Martínez.
Como si fuera la figura central de este acto porque atrajo miradas, saludos y reflectores por su activismo y medallas propias, fue cuestionado por los reporteros que cubrían el acto.
Tuvieron los colegas periodistas que esperar el momento oportuno porque el líder de la bancada de Morena estaba muy ocupado acompañando cortésmente al secretario de Gobernación, Adán Augusto López, como un mensaje de respeto a la investidura que representaba, la del presidente López Obrador, quien por cierto perdió la oportunidad de saludar a su admirada Ifigenia entregándole de propia mano la emblemática Medalla “Belisario Domínguez”, lo cual hizo la presidenta del Senado, Olga Sánchez Cordero.
Orgulloso de su compañera, Monreal dijo que la emblemática Medalla otorgada a doña Ifigenia Martínez “es merecida, es justa, porque ella ha sido una mujer congruente, que tenazmente ha luchado mucho por la democracia de este país, y su mensaje fue contundente”.
Del mensaje de la economista, destacó la profundidad de sus palabras, “fue un mensaje muy reflexivo… es un orgullo, es un símbolo de la lucha democrática del país”.
Es evidente que ambos coinciden en la importancia de normas como apertura, equidad, respeto, pluralidad y diálogo, elementos todos que fortalecen al Estado y al federalismo cuando se ejercen y privilegian.
Tanto la maestra Ifigenia como el senador Monreal hablan constantemente de la unidad y los acuerdos como la única forma de alcanzar la transformación y equidad de este México.
Como buen maestro, ilustró: “Esta presea de “Belisario Domínguez”, que distingue la lucha de este personaje histórico, que fue Comiteco, Chiapaneco y que dio su vida, después de la Decena Trágica y por eso se ha convertido, en nuestro país desde 1913 en un símbolo que año con año recordamos entregando la presea a un mexicano o mexicana de excepción”.
Aunque no estuvo en el presídium, no hizo falta, su fuerza y luz estuvieron presentes en toda la casona de Xicoténcatl cada minuto.
mohacan@prodigy.net.mx