La insoslayable brevedad
Javier Roldán Dávila
En ocasiones el olor a gas nos debe alarmar, en otras, es puro pedo
En ‘la mañanera’ de ayer, el presidente López Obrador informó que su gobierno creará la empresa ‘Gas Bienestar’, para vender el combustible a monto más bajo, debido a que los costos del carburante se han incrementado.
Cabe señalar que, por el momento, no hay control de precios en los hidrocarburos, los cuales se rigen por las leyes de mercado, por lo tanto, si el gobierno federal pretende ofrecerlo a menor importe, suponemos que implementará algún tipo de subsidio.
A lo anterior hay que agregar, los requerimientos mínimos para el desarrollo de la pretendida paraestatal que, deben ser, la infraestructura de almacenamiento, distribución (gasoductos, pipas, camionetas, etc.), y comercialización en todo el territorio nacional. Lo del personal no lo incluimos, porque seguro se lo endilgan a los súper militares.
Hasta aquí todo es maravilloso, sin embargo, la cosa se complica ante dos cuestionamientos: ¿Cuánto cuesta? y ¿Cuánto tarda en aplicarse el proyecto?
Desde luego, estas preguntas demuestran que en alrededor de tres años que le quedan a don Andrés, el asunto es inviable, sí no han podido instalar ‘las miles y miles’ de sucursales del Banco del Bienestar y las ‘decenas de universidades’ prometidas por la 4T, mucho menos podrán impulsar la faraónica ocurrencia.
Claro está que, una solución más rápida, consistiría en nacionalizar las compañías dedicadas al propósito señalado, no obstante, hasta ahora, el tabasqueño es cauteloso con estas pretensiones, sabe que las represalias internacionales serían catastróficas para el país.
Al final, la monserga concluirá en lo que es: un delirio del insomnio materializado en una ‘mañanera’.