Ricardo Del Muro / Austral
Al menos un centenar de habitantes del ejido El Sabinalito, municipio de Frontera Comalapa, huyeron a Guatemala por la violencia generada por los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación (CJNG) en la zona fronteriza de Chiapas, confirmó el gobierno guatemalteco.
Alrededor de 100 personas han sido albergadas en la escuela de la aldea Guailá, en el departamento de Huehuetenango, donde se les brinda asistencia humanitaria, informó la vocera del Instituto Guatemalteco de Migración, María Enamorado.
Los refugiados, relataron al reportero Jonathan González del Diario del Sur, que tomaron la decisión de dejar sus hogares y cruzar hacia Guatemala el pasado 8 de agosto, después de unos hombres armados ejecutaron al comisariado ejidal Rudy Aguilar Lucas y a Manuel Aguilar Lucas, ambos hermanos del exalcalde de Frontera Comalapa, Jorge Aguilar Lucas.
El Instituto Guatemalteco de Migración confirmó el jueves de la semana pasada a la Associated Press (AP) que al menos 100 personas procedentes de Ciudad Cuauhtémoc, municipio de Frontera Comalapa, Chiapas, habían buscado refugio en la población de Guailá, donde “los habitantes guatemaltecos se han convertido en un importante punto de acogida para las familias que han llegado en busca de resguardo”.
Durante una reunión de seguridad denominada Mesa de Paz, realizada el jueves en la frontera con Guatemala y en la que participaron representantes de las fueras armadas, las autoridades de Chiapas reconocieron brotes de violencia, pero negaron el desplazamiento de civiles.
“Somos un gobierno transparente, si hubiera algo nosotros mismos lo haríamos saber a la población, pero hasta hoy no tenemos desplazamiento forzado”, aseguró el secretario de Seguridad chiapaneco, Óscar Aparicio Avendaño, quien agregó que se mantiene un fuerte despliegue policial en esa región fronteriza, de acuerdo a la información publicada el viernes por el diario La Jornada.
Ayer la información fue confirmada por los periódicos de la cadena OEM, después de que el reportero Jonathan González viajó a la población de Guailá para entrevistar a los refugiados. El caso también fue difundido por la agencia France – Presse (AFP) y retomada por varios medios. El diario veracruzano Notiver, por ejemplo, publicó un texto “irreverente” titulado “Guatepeor”: En México lo impensable ya se está viendo: ahora los mexicanos migran al sur – más bien huyen -, a Guatemala, por causa de la violencia generada por los cárteles del narcotráfico…”
La violencia y la inseguridad en Frontera Comalapa comenzó a ser denunciada por los habitantes desde el año 2020. Sin embargo, las autoridades no atendieron ningún llamado, a pesar de que el llamado de auxilio llegó a la conferencia mañanera de prensa, encabezada por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
La disputa entre los grupos armados que se disputaban el control de esta zona de la frontera sur originó un primer hecho de violencia a finales de julio de 2021, cuando se registró un enfrentamiento en el kilómetro 235 de la carretera federal del tramo Chamic – El Jocote, en las inmediaciones del desvío a Quespala y Nueva Linda.
En septiembre de ese mismo año, el líder de la Unión de Ejidos de la región y comisariado ejidal de la comunidad de Sinaloa, Rolando Rodríguez Morales, desapareció tras solicitar la presencia de militares. Ese mismo mes, el Tribunal Electoral anuló las elecciones en el municipio por el robo y destrucción de paquetes electorales.
En julio de 2024, alrededor de 400 mexicanos cruzaron la frontera hacia Guatemala en busca de refugio por la escalada de violencia en la región de la sierra de Chiapas, un hecho que fue considerado “inédito” por las autoridades guatemaltecas, ya que nunca se había registrado una migración de esta magnitud en sentido contrario a la ruta tradicional.
Aunque las autoridades chiapanecas en aquella ocasión intentaron minimizar el hecho, éste fue confirmado por el presidente guatemalteco, Bernardo Arévalo, quien señaló que alrededor de 580 personas, incluyendo a mujeres, niños y ancianos, había llegado a su país en busca de refugio.
El gobierno guatemalteco, en coordinación con ACNUR (la Agencia de la ONU para los Refugiados) brindó asistencia humanitaria, incluyendo alimentos y refugio temporal en escuelas y casas de vecinos, además de concederles el estatus migratorio correspondiente. Más de 200 de esos desplazados regresaron a Chiapas en diciembre pasado, aunque otros optaron por permanecer en Guatemala. RDM