ÍNDICE POLÍTICO
FRANCISCO RODRÍGUEZ
Marcelo Ebrard prepara maletas para reunirse esta misma semana con su contraparte estadounidense Howard Lutnick –aún no confirmado por el Senado como secretario de Comercio de Donald Trump–, según informó el lunes la Presidente formal Claudia Sheinbaum.
También prepara a sus subalternos “maletas” que le acompañaran a prácticamente rogar que el gobierno de Trump no cumpla con la imposición de aranceles con los que tiene amenazado a Palacio Nacional.
“Maletas”, sí, porque no se observa que en los equipos de la Cancillería y de Economía exista el personal capacitado para hacer frente a negociaciones de esta envergadura, habida cuenta de que la mayoría de los cargos gubernamentales han sido entregados a parientes, amigos, “novias” y “novios” de los más encumbrados morenistas.
Ebrard tampoco lleva herramientas. La Administración Sheinbaum no ha dado señales a la de Trump de siquiera intentar romper la “alianza intolerable” con los grandes grupos delincuenciales. Menos de 10 kilos de fentanilo han sido incautados, desde que Trump firmó el decreto arancelario, una decena de presuntos responsables de generar violencia han sido detenidos, y la UIF encargada a Pablo Gómez ni siquiera se ha asomado a las cuentas bancarias y negocios en los que los criminales depositan y blanquean sus incuantificables recursos económicos.
Peor aún, los peces gordos de la política identificados aquí y allá como protectores de los cárteles –Rocha Moya, Escandón, Blanco, entre otros– no son investigados, pero, eso sí, defendidos de cualquier crítica en las “mañaneras”.
Quienes sí saben de negociaciones comerciales internacionales fueron desplazados hace ya mucho tiempo y mejor optaron por abrir sus despachos y consultorías para atender clientes del sector privado de México y del extranjero, merced al aprendizaje y la experiencia que les pagamos los contribuyentes al erario nacional.
Serra Puche, intereses asiáticos
Al poco tiempo de ser despachados de los empleos gubernamentales, y una vez que echaron las bases del TLCAN, los más atrevidos y transgresores, decidieron fundar consultorías y empresas de investigación para asesorar a empresas extranjeras –no las del socio comercial, EU, sino asiáticas y europeas—que buscaran negociar, aplicar, aprovechar y proteger sus intereses, como se refiere en sus actas constitutivas.
Jaime Serra Puche, el afamado Cete –porque su cargo al frente de la SHCP tuvo su vencimiento a los 28 días–, quien dirigió el grupo negociador del TLCAN como secretario de Comercio del salinismo vengativo, formó la empresa Servicios Administrativos Integrales, dedicada a la evasión fiscal, elusión de aranceles, cuotas compensatorias, prácticas corporativas, arbitrajes contra el Estado, y negociación de ventajas… así, como suena.
Además, sus “habilidades” contra la Nación lo llevaron a ser presidente del Consejo de Administración de Chiquita Brands International, la bananera de Carolina del Norte, expresión máxima de la United Fruit Company, causante de todos los golpes de Estado latinoamericanos que se recuerden. Encarnación de una historia de horror paramilitar.
Fue investido de inmediato como trustee –condición mayor de palafrenero– de la fatídica Comisión Trilateral, entre Japón, Europa y Estados Unidos, para que a nadie cupiera duda de quiénes son los verdaderos patrones de esta gloria del salinismo.
Herminio Blanco, empleado de Mitsubishi
Su aliado, otro nefasto, de nombre Herminio Blanco Mendoza, recolectado por los Montemayor Seguy en el Tec de Monterrey, subsecretario de Comercio del salinismo con Serra Puche, y posterior secretario de la misma cartera con Ernesto Zedillo, siguió sus pasos a pie juntillas y fundó IQOM, una empresa de las mismas características que la de Servicios Administrativos del Cete.
IQOM, como su nombre lo indica, aplica la inteligencia para balconear con anticipación en favor de extranjeros todas las medidas económicas que el gobierno pretenda utilizar contra sus empresas, según se remarca en su acta constitutiva. Por ello, el salinismo lo empujó hasta el fracaso en su pretensión de dirigir la OMC.
Su proceso de data mining –minería de datos– facilita la toma de decisiones de las trasnacionales contra el país, en base a información privilegiada. Los servicios que Herminio Blanco ha prestado a la empresa japonesa Mitsubishi, que fuera la principal explotadora de la sal mexicana, le reportaban un sueldo de un millón de dólares al mes por concepto de asesoría. Nada mal para un traidor de siete suelas.
Herminio Blanco, durante el peñato, cobraba también con su empresita consultora enormes cantidades a bancos, financieras, explotadoras nacionales y foráneas, japonesas y europeas, así como con el mismo cuento, fungía como asesor de la Secretaría de Economía, toda vez que –todo así lo indica– es socio en estos brincos de Ildefonso Guajardo Villarreal. Sus opiniones en materia de acero y minería son irrebatibles: sirven al mismo patrón extranjero.
Tratados con los adversarios de EU
Quienes nos vendieron el TLCAN como el remedio a todos los males –que según Carlos Salinas de Gortari nos iba a llevar al primer mundo– resultó una fabulosa cajita productora de serviles y descastados que acabaron vendiendo a su país por un plato de lentejas… bien condimentada$ en verdes, por lo que se ve.
Los gabachos esperaban que el TLCAN funcionara como un puente salvífico a sus quebradas empresas automotrices, que, aprovechando las exenciones fiscales del gobiernito mexicano, su regalo de tierras para las empresas, bajísimos cobros de servicios de infraestructura y miserables salarios a los obreros, sin posibilidad de reclamo alguno, servirían para que sus autos pudieran ingresar al mercado europeo y japonés. Que, efectivamente, la región fuera un bloque que compitiera con los asiáticos y con los europeos.
Sin embargo, la obsesión compulsiva de enriquecimiento inmediato de nuestros mandarines los llevó a seguir firmando otra docena de tratados de libre comercio con los adversarios europeos y japoneses, que acabó convirtiendo al país en el trampolín indispensable para el mercantilismo internacional.
Más pronto que inmediatamente, México se convirtió en la puerta de entrada de las fábricas automotrices europeas y asiáticas, por ejemplo, que ¡invadieron el mercado de Estados Unidos! Un auténtico dumping, competencia desleal, que es el que a la fecha argumentan republicanos y demócratas para demoler las bases de su búmeran, el T-MEC.
México subsidia a competidores de EU
No es la protección del empleo de los estadunidenses, imposible, lo que defienden los productores a través de las peroratas esquizofrénicas de Donald Trump. Es la serie de ventajas comparativas para –por ejemplo– sus corporaciones automotrices, Ford, General Motors y Stellantis, que esos salinistas reptilianos cambiaron de bando. Los vecinos de Canadá y EU se vieron lentos, no contaban con la potencia psicótica de la corrupción de los engendritos de El Chupacabras.
Trump y los oligarcas republicanos y demócratas afines, patrones originarios de los reptilianos salinistas, argumentan que las mercancías asiáticas y europeas los han invadido, gracias a los tratados comerciales que México ha firmado con países de esos continentes –nos ven como mero trampolín hacia EU– cuyas empresas aquí gozan de condiciones salariales, fiscales y de servicios desproporcionadas que les brindan los gobiernitos mexicanos, por lo que sus productos entran a Estados Unidos con dumping, competencia desleal.
¿Trump “Doblará” otra vez a Ebrard?
De que la perra es brava hasta a los de casa muerde. Ahora van a imponer aranceles y a renegociar, ya no sólo a revisar, el T.MEC, porque dicen que lo único que hace México es entregar la propiedad de terrenos y servicios para las empresas ajenas a su zona hegemónica. Jamás se imaginaron que Serra Puche, Salinas y Herminio iban a acabar como empleados de sus rivales asiáticos y europeos.
Hay una figura un tanto cuanto vulgar que ilustra lo que en realidad fue el TLCAN para México. Y esa figura es la de quienes creen que México “se la está metiendo a los gringos”, cuando en realidad los que lo están fornicando son los bloques asiático y europeo.
Los mexicanos, entonces, sólo somos el condón de esas espurias relaciones y amasiatos inconfesables. En eso hemos acabado, gracias a la desenfrenada obsesión de amasamiento monetario de los salinistas. Gracias a la corrupción, que tiene al país al borde de su extinción. Somos el ejemplo del entreguismo y también de la deslealtad infame.
Quien sirve a dos patrones, con ninguno queda bien. Lo deleznable, lo bochornoso de este asunto de tragicomedia, es que los salinistas inventaron su juguetito de consultorías para seguir viviendo a nuestras costillas y seguir insultando al país a límites pantagruélicos.
Viven como príncipes. Ellos sí, ya están en el primer mundo. Sus transas son vergonzosas y destructoras.
Los mexicanos, con salarios miserables –lo único que nos ha dejado el TLCAN, ahora T-MEC–, ya sin planta industrial propia y con el campo devastado quedamos, en el mejor de los casos, como condones usados.
Con esas “maleta$” también viajará Ebrard a Washington.
Veremos si no lo vuelven a “doblar”.
Indicios
“Es un diálogo clave”, adelantó Marcelo Ebrard, secretario de Economía, tras revelar que esta semana viajará a Estados Unidos si el secretario de Comercio del presidente Donald Trump, Howard Lutnick, es ratificado por el Congreso estadounidense. En entrevista radiofónica, explicó que su viaje a la Casa Blanca tiene varios objetivos, pero el principal es abordar los aranceles a México que impuso el presidente Trump cuando inició su segundo mandato. ¿Quimera o realidad? * * * Por hoy es todo. Reciba mi reconocimiento por haber leído este Índice Político. Como siempre, además, le deseo ¡buenas gracias y muchos, muchos días!
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