HOMO POLÍTICUS
PAVE SOBERANES
- Ve Diputada Corrupción de Edil
Todo cuenta. El cenador Víctor el Güero es… Mercado se rodeó de cuauhtemistas-ulisistas en su dominical acto político de electorerismo. El cuauhtemismo-ulisismo representa, de Morelos para todo México, incapacidad, abuso, retroceso y corrupción… Además de regreso al pasado depredador y rompimiento con el presente.
Por si fuera poco, eso comunicó, colocó al frente a sus amigos señalados al menos de corruptos, como si fuera fotografía de comisaría. Noroña y Esquer aplaudieron a Mercado. Sólo faltó Adán Augusto, para completar la triada cuatroteísta. La presidenta del Senado, Laura Itzel Castillo, saludó de mano y aplaudió a Noroña, a quien no tocó ni con el pétalo de una crítica suave, como mujer, cuando José Rodolfo Gerardo agredió políticamente a la edila de Uruapan, avalando con su silencio el ataque a la recientemente viuda de Carlos Manzo.
El sábado en Plaza de la Constitución, en el Día de la Presidenta, se retrató Mercado con catorce mujeres y hombres, los cuales llevó, para dejar constancia de su movilización. Contrastando, el domingo acarreó a miles, sin gratuidad. Las prioridades de Mercado no estuvieron con la presidente Sheinbaum, sino en sus afanes de ser candidato. De senador de la República a presidente municipal de Cuernavaca, cuando el Senado era y es, fábrica de candidatos a gobernador.
En el mitin sheinbaumista —donde hizo con las manos un intestino grueso, no un corazón—, el Güero es… se fotografió sacando la lengua, dándole la espalda a la presidente. No fue a apoyar ni a escuchar. Todo cuenta, sí. Y si no cree, que les pregunte a Andrés Manuel chico, Adán Augusto, Monreal, Delgado, Luis María y Esquer, a quienes el sheinbaumismo ha dado trato de non gratos. Este último, Esquer, dejó de ser interlocutor Sheinbaum-López Obrador, reemplazado por Rosa Icela Rodríguez, desde que ambos se reunieron, justo hace hoy dos meses, en casa de una periodista amiga de LO, en la Ciudad de México.
Aquel error de acomodar una fotografía en cama de hospital, lo que desvela debilidad y derrota, vuelve a exhibir su desatención al filtrado comunicacional, al posar con una señora cuya camiseta advierte peligro, estampado un Parasaurolophus cretino por exhibicionista que representa vuelta al pasado. El dinosaurio filantrópico, y glotón, evocando a Paz.
Por si todo fuera poco, que es mucho, fue a las ruinas de san Antonio Coahuixtla, ruinas que representan, en la simbología política, degradación y colapso. Es como dejarse fotografiar en un panteón. Error básico. Esas ruinas significan, tras las luchas zapatistas, derrota. Por eso no hubo emoción en la fiesta preelectoral. La ruindad es decadencia moral. Todo eso malo, dañino, comunicó el cenador Mercado.
Para no contagiarse con toda esa carga de tóxica comunicación política, la gobernadora Margarita González-Saravia evitó apersonarse en Coahuixtla. Y fue benevolente en enviar a su número 3, Edgar Maldonado, como su representante, pudiendo enviar al coordinador de Movilidad y Transporte, Jorge Barrera, para que la cuña apriete. Pero Maldonado fue mensaje y mensajero, por probablemente adversario del Güero es… en las elecciones internas, vía encuesta, para jefe del cuerpo edilicio de Cuernavaca.
letraschiquitas
Un perro hace tanto bien física y emocionalmente a los niños —y a los adultos—, que la fiscal ambiental de Cuernavaca, Wendy Salinas, acaso por falta de oxitocina perruna, desaconseja regalarlos estas fiestas de fin e inicio de años. Tal vez para ella sea mejor opción regalar Grandeza o Diario de una Transición Histórica para que los niños lectores sean fiscales ambientales cuando grandes***. Plausiblemente, la diputada federal Magda Salgado urgió al gobierno de José Luis Urióstegui a exhibir las documentales oficiales de la irregular y abusiva cesión de una calle propiedad de todas las familias de Cuernavaca y que el edil regaló a un grupo religioso como si fuera suya, dañando además la vida arbórea, la fauna nativa, lo que constituye un delito***. Tiene razón el secretario municipal de Cuernavaca, Óscar Cano, en su discurso derrotista ante el crecimiento del ambulantaje, gran negocio que no deja rastro, al culpar al pasado de su expansión: en 16 años de gobiernos del PAN, su partido, el problema ha sido facilitado y consentido, como él lo hace.




