Redacción MX Político.- La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) implementó un protocolo frente a algún caso sospechoso o confirmado de COVID-19 en comunidades de Vida Consagrada.
“Cada diócesis o comunidad puede tener sus propios contactos, por lo cual conviene ajustar el protocolo a la situación específica del lugar, pero básicamente son los mismos pasos a seguir”, afirmó Julio Salcedo Aquino, obispo de Tlaxcala y responsable de la Dimensión Episcopal para la Vida Consagrada
En caso de sospecha de un caso de COVID-19 es necesario el aislamiento en casa, llamar al doctor y evitar la automedicación.
El segundo momento marca la realización de un diagnóstico, a través de la consulta médica con el doctor de confianza, o uno brindado por la misma Vicaría para la Vida Consagrada.
En caso de que se trate de otra enfermedad respiratoria, seguir las indicaciones médicas y reintegrar a la comunidad a la persona cuando hayan desaparecido los síntomas.
Si es sospechoso de COVID-19 aplicar la prueba y continuar el aislamiento. Si la prueba resulta negativa y desaparecieron los síntomas, reintegrar a la comunidad.
En caso de que la prueba resulte positiva notificar inmediatamente a las autoridades sanitarias al 800 00 44 800 y a la Vicaría para la Vida Consagrada, y seguir el tratamiento establecido por el médico.
Si el caso no es grave mantener el aislamiento en casa hasta que desaparezcan los síntomas y, cuando el médico lo señale, reintegrar a la comunidad.
Si la economía lo permite, hacer otra prueba de COVID-19 para confirmar que ya no se tiene la enfermedad y se recomienda hacerla antes de la reintegración.
Si el caso se agrava, en particular con lo que respecta a la dificultad para respirar, el médico deberá enviar al hospital COVID-19 que corresponda. El protocolo fue adaptado de los emitidos por la Secretaría de Salud y la Organización Mundial de la Salud (OMS).
afm