Se revelan imágenes que despiertan asombro e indignación sobre el nivel de desabasto e improvisación para enfrentar la crisis del coronavirus en México: doctores con guantes de limpieza (de látex) y caretas para albañil.
Redacción NoticiasMX.- Un aterrador panorama se empieza a vislumbrar en el tema de la atención a la emergencia del coronavirus en todo el país.
No obstante el presidente Andrés Manuel López Obrador y su administración aseguran estar totalmente preparados para enfrentar los casos que se presenten de coronavirus en México, la realidad hasta ahorita, parece ser otra: médicos, enfermeras y personal médico, carecen de los más elemental como son guantes quirúrgicos, cubrebocas tipo N95, que impiden el paso del 95% de las partículas y trajes protectores.
El puntual trabajo del periodista Carlos Loret de Mola, a través de su columna en El Universal, revela que tuvo acceso a un chat de directivos y jefes de servicio del Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional Siglo XXI del IMSS, considerado el más importante de México y en el que se denunciaron, con fotografías, cómo la administración federal está improvisando ante la amenaza.
A falta de cubrebocas, personal del hospital adquirió caretas para albañil, de las que suelen emplearse para cortar varilla y podar árboles, aseguraron los doctores.
Y dado que no se licitó a tiempo un lote mínimo suficiente de guantes quirúrgicos, adquirieron de última hora guantes de uso rudo, de los que se usan para realizar la limpieza (de látex).
Para suplir la falta de trajes de aislamiento, adquirieron lentes tipo goggles y cubre ropa de los que usan los pintores.
El reportaje ilustra claramente que el material y los insumos que se consiguieron se parece físicamente a lo que necesitan usar, pero no es el equipo especializado ni tiene la certificación para atender a pacientes infectados con el coronavirus Covid-19.
Se están quejando además los trabajadores del sector salud, de que la orden que están recibiendo de sus superiores es reutilizar todo ese equipo y compartirlo con sus colegas, cuando deberían ser piezas desechables y unipersonales.
Además, las autoridades del IMSS dispusieron de un edificio que se utiliza como bodega, para trasladar a los posibles pacientes afectados por el Covid-19.
Testimoniales obenidos durante el desarrollo del trabajo periodístico de Carlos Loret de Mola, dan cuenta de que la zona que han establecido las autoridades sanitarias para internar a los pacientes con coronavirus es un viejo edificio de enseñanza y epidemiología que hoy se usa como bodega.
Abandonado y sucio (condiciones antihigiénicas, no propicias para la asepcia mínima necesaria); no tiene además el aislamiento necesario, no cuenta con baños, ni con suficientes tomas de oxígeno y mucho menos con cuartos de presión negativa que limpian constantemente el aire que circula.
Muy cercano además este inmueble al lugar donde se encuentran los pacientes nefrológicos (enfermos de los riñones) que podrían correr riesgo de muerte en caso de ser infectados con el Covid-19.
Los médicos del IMSS sienten el temor fundado y la preocupación legítima de quienes serán los primeros respondientes ante la crisis, la primera línea de fuego ante el coronavirus, es que la enfermedad ha matado a muchos de los trabajadores de servicios de salud que tienen contacto directo con los pacientes contagiados.
En términos generales, esta improvisación y este desabasto de insumos del Gobierno Federal, ha desperado una gran indignación, que tiene que ver con el hecho de que el coronavirus apareció hace casi dos meses y que, era previsible que llegaría a México y, en lugar de haber tomado precauciones desde entonces, apenas ahorita están tratando de reaccionar.
México siempre ha tenido servicios de salud deficientes, pero ante una emergencia como el coronavirus, lo menos a lo que podíamos aspirar es a tener guantes y cubrebocas de los buenos.
La esperanza que tienen los doctores del centro médico más importante del país es que haga más calor y el coronavirus no llegue fuerte. De otra forma, advierten, puede costarles la vida.
Sin embargo, el gobierno de la Cuarta Transformación asegura que todo está en orden.
hch