Claudia Rodríguez
Con todo y las muestras públicas y publicitadas sobre la entrega-recepción de la Administración federal entre Enrique Peña Nieto y el ahora presidente constitucional de México, Andrés Manuel López Obrador; el día de la toma de posesión del segundo, el primero quedó más que expuesto en la escena pública.
Acorralado Peña –mientras López Obrador pronunciaba su primer discurso como presidente de México–, se observaba intranquilo, señalado e incómodo al marcarse de manera verbal, no todos pero sí decenas de flagelos provocados por el neoliberalismo, que él como otros expresidentes pusieron en práctica en contra de los intereses de las mayorías.
Es seguro que muchos mexicanos no creen que la justicia opere con sólo el escarnio público hacia el máximo exponente del peñismo –no, no es Luis Videgaray–, sino con la puesta en marcha de la ley.
El “borrón y cuenta nueva” en beneficio de muchos delincuentes de pasadas Administraciones, sobre todo para quienes hicieron negocios pingües e ilegales con dinero público, no es aceptado por muchos seguidores del presidente en estreno; aunque se entiende la óptica del mismo López Obrador, de que cobrar venganza uno a uno, provocaría un escenario que nos costaría muchos más años de retroceso; sobre todo porque las absoluciones las tiene garantizadas el delincuente con dinero que lo respalde en cualquier juicio.
El combate a la corrupción como propuesta de Gobierno, no es nueva; sin embargo, la conciencia de la sociedad ha ido evolucionando y entendiendo que no podemos permitir más que nos sigan saqueando, ya es demasiado con la extorsión que el sistema hacendario hace con el cobro de impuestos, sí o sí, para los que menos ganan en mayor proporción, y menos para los que más obtienen ganancias.
El Gobierno de Andrés Manuel, nos abrió la puerta a los ciudadanos mexicanos para llevar más allá de las urnas de elección popular, nuestras opiniones por distintos temas que deben ser, sí operados por quienes legislan y gobiernan, pero en los que siempre podemos opinar de manera abierta. Las consultas a la población, son el pan de cada día en otros confines, y no por ello, sus gobernantes han fracasado, ni defraudado a sus gobernados. Aplica todo lo contrario.
Gané o no la consulta sobre si juzgar a Peña o Calderón; será un avance democrático de gran escala para nuestra nación. Porque muchos más podrían estar en ese lugar, si nos siguen defraudando y saqueando.
Comenzó pues, la Cuarta Transformación, y la esperanza se renueva.
Acta Divina… Durante su toma de posesión como presidente constitucional de México, Andrés Manuel López Obrador, prometió gobernar para todos e impulsar la democracia participativa; además expresó respeto a Peña Nieto, el presidente saliente, por no haber intervenido en el proceso electoral reciente.
Para advertir… Sobre la no intervención de Peña en el proceso electoral, no piensan lo mismo los panistas, y sobre todo el ex candidato Ricardo Anaya.
actapublica@gmail.com