La Espinita
Andy S. K. Brown
- IMSS surte a Megafarmacia
- ¿Ya aterrizó “La Tía Tatis”?
- Carlos Rojas Gutiérrez +
Satisfacer los deseos y hasta los caprichos del dictadorzuelo López Obrador lleva a sus siervos a acometer grandes barbaridades.
El de la “farmaciotota” es uno de esos antojos que a AMLO se le ocurrió una noche, creyendo el pobre iluso que con ella solucionaría el gravísimo problema del desabasto de medicamentos que él mismo originó apenas llegando a Palacio Nacional.
Son decenas de conocedores del sistema de salud que, desde el principio de aquella madrugada de desvelos, le dijeron al aún presidente que su “ideota” era una reverenda idiotez.
Terco, como es, no escuchó. Y se lanzó a dilapidar cientos de miles de millones de pesos que hemos aportado los cautivos del SAT en un proyecto que no solucionará el problema y, por el contrario, sí lo agravará.
Y mire usted por qué: Pues porque desde las oficinas del IMSS en el Paseo de la Reforma de CDMX, los subordinados del genuflexo Zoé Robledo están urgiendo a todas sus delegaciones del Instituto a que instruyan a sus farmacias a enviar todos los medicamentos que tengan en las bodegas y en los anaqueles a la llamada Megafarmacia del Bienestar, jajajaja.
Sí. Exactamente al revés. De la periferia al centro. En lugar de que la “farmaciotota” surta al IMSS, es éste el que tiene que surtir a la Megafarmacia.
Y eso, claro, aumenta el desabasto.
Sólo para que los anaqueles de la bodega en Huehuetoca luzcan llenos.
Y para que el dictadorzuelo se sienta feliz, feliz, feliz.
Una verdadera idiotez.
* * *
Después de un largo viaje espacial en el que aparentemente orbitó cientos de veces alrededor de la luna, finalmente regresó a nuestro planeta la llamada “Tía Tatis”, cuya acta de nacimiento dice que fue presentada viva ante un oficial del Registro Civil, recibiendo el nombre de Tatiana Clouthier.
Ávida de reflectores, quizá para que todos los terrícolas nos enteráramos de su regreso, dio una de esas peculiares entrevistas que con mucho éxito practica Fernando del Collado.
Aún con la escafandra de su traje de astronauta sobre la testa, la vocera de la precampaña de Claudia Sheinbaum dijo en innumerables y repetidas ocasiones no saber, no creer, no tener respuestas a las preguntas de su entrevistador.
Se entiende. Durante años perdió comunicación con el centro de mando, y a su nave espacial no le llegaban noticias tales como los trágicos desplomes del Colegio Rébsamen, de la L12 del Metro, de la dovela del Interurbano México-Toluca, ni de la señora Sheinbaum en las encuestas.
¡Todo se derrumbó!
Ojalá haya quien la ponga al corriente de las noticias, ahora que ya regresó a nuestro planeta.
¿O seguirá en la luna?
* * *
Quienes tuvieron la fortuna de conocer y tratar a Carlos Rojas Gutiérrez sólo hablan muy bien de él.
No son los habituales halagos que se expresan a un fallecido. Se advierte que todos los que desde ayer han exteriorizado políticos de todos los partidos, altos burócratas, periodistas y pueblo llano son de verdad nacidos del corazón.
Rojas Gutiérrez fue el primer gran ejecutor del primer programa gubernamental de apoyo a “los que menos tienen”, como se llamaba a los pobres y miserables en el sexenio en el que fungió como titular de Desarrollo Social.
“Solidaridad” fue su causa y su estandarte.
¡Descanse en paz!
@AndySKBrown1