Anahí García Jáquez
Great Falls, Montana, E.U. 1960. Jerry, su esposa Jean y su hijo Joe se mudan a esa localidad ya que ahí trabajará el padre. En un periodo de tres días sus vidas darán un vuelco, todo ello en medio de unos incendios que parecen imposibles de sofocar.
Incendios (su título original en inglés es Wildlife) es un trabajo del escritor estadounidense Richard Ford, quien es ganador del Premio Pulitzer y del Premio Princesa de Asturias. En esta ocasión nos cuenta la llegada a Great Falls de esta familia comandada por Jerry, quien ha conseguido un empleo como instructor de golf en un club privado.
Todo marcha bien hasta que el padre pierde su trabajo y decide enlistarse en una brigada que intenta apagar una serie de incendios forestales que se han mantenido activos desde el verano. Es así como este hombre deja a su mujer y a su hijo a la deriva para internarse en las montañas y, en un periodo de tres días, Jean empieza un amorío con Warren Miller, un hombre ya entrado en años y con una buena posición económica.
El narrador de esta historia es Joe, por lo que veremos todo lo que sucede a través de sus ojos y es él quien nos contará, usando su punto de vista, lo que sucede cuando una familia se cae a pedazos. El lector será testigo de la desintegración de este matrimonio ya que las causas son múltiples: un padre que no es capaz de proveer como es debido y que prefiere huir antes que enfrentar la situación, y por otro lado está una madre que se ve obligada a tomar las riendas y conseguir un empleo pues se ha quedado sola con su hijo pero a la vez se enfrasca en una relación amorosa con alguien que podría darle todo lo que desea. Y en medio de todo y de todos está Joe, quien a sus dieciséis años intenta comprender la magnitud de lo que está aconteciendo y de cómo se está dando.
Es en este punto que el autor nos muestra a un adolescente que toma varios roles, como lo son el de un observador que en ocasiones también tiene que hacerla de paño de lágrimas al mismo tiempo que se da cuenta que sus padres, antes que cualquier otra cosa, son seres humanos con virtudes, defectos, miedos y sueños además de estar muy lejos de la perfección.
Es de esta forma que se nos presenta un escenario en el cual los hijos, que están en pleno desarrollo de su personalidad y adquiriendo conciencia del mundo que les rodea, son expuestos al mundo de los adultos sin tener aún la comprensión suficiente y, en muchos de los casos, terminan siendo los padres de sus papás. Así mismo, el lector será testigo de lo que sucede cuando las dos personas que componen un matrimonio ven cómo el amor se va por la ventana una vez que las dificultades económicas entran por la puerta y descubren que la soledad puede sentirse a pesar de tener compañía a un lado.
Incendios es un texto de menos de 200 páginas por lo que puede calificarse como corta, pero no por ello menos interesante y, sobre todo, intensa. El autor es capaz de crear una atmósfera que se siente asfixiante y desoladora donde la tristeza se hace presente sin dejar paso a la esperanza. La incertidumbre, el trayecto de la adolescencia a la adultez, la indiferencia, las promesas sin cumplir y las crisis son la constante en esta novela escrita en un lenguaje sencillo pero pulcro que logra transmitir a la perfección los sentimientos de estos personajes que se consumen por dentro tal como esos paisajes, a los que el fuego, con la voracidad que lo caracteriza, amenaza con destruir.
Incendios. Richard Ford. 1990. Editorial Anagrama.