Cicuta
Jaime Flores Martínez
Románticamente entretenida en asuntos personales, parece que a la alcaldesa electa de Tijuana Monserrat Caballero Ramírez no le importa que la mayoría de los medios de comunicación se dediquen a despedazar su imagen.
Bueno, también hay zalameros.
Y es que los reporteros que cubren la fuente municipal no alcanzan a entender por qué a unos días de iniciar el nuevo gobierno, la alcaldesa electa no decide quién será el director de Comunicación Social.
Cierto que ya dio oficialmente algunos nombres, pero aún no en Comunicación Social.
La próxima mandataria está encandilada con la visión de un pequeño improvisado de nombre Víctor Lagunas Peñaloza.
Según periodistas enterados, la alcaldesa electa aplaude las ocurrencias de Lagunas Peñaloza, quien se vende como un experto en comunicación.
Sin embargo, la inexperta Monserrat no ha sido capaz de solicitarle echar mano de su “sapiencia” y habilidades para frenar las críticas hacia un gobierno que aún no empieza pero que se advierte caótico.
La alcaldesa mantiene “con el pie en el pescuezo” al comunicólogo Miguel Ángel Torres Ponce, un veterano de la comunicación que seguramente no goza de la confianza de la alcaldesa por el simple hecho de no pertenecer a su generación.
Además, Torres Ponce fue canalizado hacia Monserrat Caballero nada menos que por el actual gobernador, el también morenista Jaime Bonilla Valdez.
Aunque Torres Ponce hace lo que puede, también ha sido incapaz de atajar los dardos mediáticos hacia la improvisada política que resultó alcaldesa electa por MORENA.
El asunto que preocupa es que todo indica que Monserrat Caballero dedica la mayor parte de su tiempo a buscar algo ajeno al gobierno.
Aunque entre los nombramientos que ya han sido revelados por la alcaldesa, destacan Jorge Salazar Miramontes quien será el secretario general de gobierno, mientras que Miguel Ángel Bujanda despachará como secretario de Desarrollo Urbano.
Si Monserrat Caballero no encuentra la estabilidad, entonces será más difícil tomar decisiones de gobierno.
Maduro
Resulta destacable que la mayoría de los mexicanos repudien al presidente de Venezuela Nicolás Maduro.
Su visita a México resultó sorpresiva, aunque sobradamente criticada.
Para los menos críticos, Nicolás Maduro es “odioso”. Su figura misma les desagrada.
Vaya, hasta algunos “chairos” vieron mal la visita de Maduro.
Lo cierto es que, al igual que otros presidentes que vinieron a México a la reunión de la CELAC, Maduro llegó porque estaba convocado, aunque su presencia no agradó.
Ah, a los cubanos tampoco les satisfizo la presencia del presidente cubano Miguel Diaz-Canel.
Positivo
Qué bueno que vecinos de unas 20 colonias en la zona oriente de Tijuana ya recuperaron el abasto de agua potable.
Cicuta había denunciado que la Cespt dejó de abastecerlos diariamente de las 6 de la tarde a las 7 de la mañana del día siguiente durante dos meses.
Se hizo un llamado al director de la paraestatal Eli Topete, quien solucionó de inmediato el trastorno social.
Qué bueno que lo hizo. Así debían de actuar todos los servidores públicos.
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