Como lo veníamos advirtiendo en este espacio desde la primavera del 2020, algunas de las medidas tomadas por los países más poderosos para enfrentar el Covid19 y que siguieron casi todos los demás, eran una receta perfecta para la inflación.
Para los que nacimos antes de los 90s este asunto nos era común, la inflación que afectaba los ingresos de todos pero especialmente el poder de compra de las clases económicas media y baja, que generaba a su vez una carrera de incrementos salariales.
TORMENTA PERFECTA
Las medidas para combatir el Covid19 generaron una extraña mezcla de efectos internacionales que a su vez están provocando una inflación muy importante en varios países. Por un lado se cerraron varias de las cadenas productivas y de transporte, lo que generó escasez de artículos básicos. Recordemos el asunto del papel del baño y otros artículos de primera necesidad. A esto hay que añadir que se prendió la maquinita de imprimir dinero, como si fuese de verdad gratis y se recurrió al crédito y a los subsidios como nunca antes.
Por otro lado, al encerrar a la gente en sus casas, aumentó el consumo de varios artículos como televisores, computadoras, celulares etc. Estos que a su vez utilizan chips cuya producción ya era limitada y ahora con menos plantas en línea (2020) y mayor demanda solo es natural que haya falta de inventarios y hasta las fábricas de autos se vean afectadas.
El tema de los transportes de Asia con destino Occidente, es otro que está teniendo grandes efectos nocivos, el aumento de la demanda, la disminución de los transportes disponibles y claros el aumento en el precio de los combustibles, seguidos de la disminución en la producción de gas y petróleo en EUA, todo contribuye al encarecimiento de las pocas mercancías o pocos contenedores disponibles. Los contenedores de Asia no son descargados en Europa o EUA con la velocidad deseada y eso va generando cuellos de botella que poco a poco dejan los puestos saturados y a los fabricantes sin cajas metálicas para embarcar sus productos de un país o un continente a otro. Pero hace unos días leí un comentario que nos recordaba, “…si uno consume lo nacional no hay problema con la falta de contenedores…”. Hoy en día hasta nuestras salsas picantes y el papel del baño son importados. Qué decir de las cuestionablemente eficientes mascarillas (de algodón) para poder salir y estar en sociedad sin ser acusados de inmorales, esas también son en gran medida importadas.
En los contenedores no sólo se importan mercancías industriales o electrónicas, también hay alimentos y como he indicado hasta papel del baño y pañales. Hace un año, enviar un contenedor desde China hasta Long Beach, California, costaba menos de $3 mil dólares, hoy si usted encuentra uno le costará más de $25 mil dólares. Hablando de contenedores, según el NYT, la semana pasada hubo una demora de 40 mil contenedores en los patios del puerto de Los Ángeles en donde hay en total 80 mil contenedores en lugar de los 40 mil usuales.
TODOS LA PADECEN
Desde los 70s no habíamos visto algo así, inflación generalizada en casi todos los países. Alemania, Inglaterra, Francia, España, EUA, Canadá, etc.
En general en Europa la inflación promedio de los 19 países es del 3.4% y los energéticos aumentaron un 17%.
Alemania está enfrentando una inflación del 4.1 %, la más alta en 29 años. Los costos de los energéticos aumentaron en un 14% en dicho país y los alimentos más de un 5%.
Inglaterra está enfrentando una inflación del 3.2%, la más alta en 25 años (CPI). En ese país el costo de los servicios como luz, agua y gas subieron casi el 2%, el costo del transporte subió casi el 8%, lo que fue uno de los factores más importantes para el efecto general. El Banco General de ese país, equivalente a nuestro Banco Central, ha indicado que la inflación podría llegar al 4% en diciembre y mantenerse en ese nivel hasta la primavera del 2022.
Francia no está exenta de esta alza generalizada, de hecho su ministro de finanzas reconoció que los efectos económicos del desabasto y de esta inflación se mantendrán por lo menos hasta diciembre del 2022. La inflación en el país de Emmanuel Macron alcanzó el 2.7%, esta es la más alta en 10 años y puede empeorar a unos meses de la próxima elección. Estos aumentos no parecen ser muy altos, pero recordemos que hace 12 meses los parisinos habían tenido una inflación del 0.53% es decir cinco veces menor. Los energéticos aumentaron un 14% y eso afectó hasta las baguettes y los quesos.
España espera una inflación del 3% tres veces mayor a la del 2019 y 6 veces mayor a la del 2020. La causa, ya sabemos, lo usual, el costo de los energéticos y las mercancías importadas más la impresión de dinero y los subsidios para que la gente a la que no dejaron trabajar durante meses no muriera de hambre.
Corea del Sur enfrenta una inflación del 1.8% que es la más alta en nueve años por los mismos puntos que el resto del mundo desarrollado y que obvio nos pegará a los del resto del mundo.
Canadá enfrenta una inflación del 4.1% que es la más alta en 18 años. Las causas como en los demás países desarrollados son los costos de los energéticos y de los productos cotidianos.
EUA enfrenta una inflación del 5.4%, que es el mayor incremento anual en 40 años y la más alta inflación en 13 años, similar a la que vivió allá en el 2008, exactamente antes de la gran crisis financiera. Pero a pesar de esto aún podemos sorprendernos de las respuestas de los políticos que tratan de evadir el costo de sus actos. La mejor respuesta se la lleva la Casa Blanca, su vocera salió al quite de las críticas diciendo que que la inflación, la falta de mercancías en las tiendas, el aumento de la gasolina, del gas y de casi todos los alimentos de la canasta básica eran señales de que la economía estaba en recuperación, que si había carestía era porque había mayor consumo y el empleo se estaba recuperando con salarios más altos, estas declaraciones fueron emitidas unos minutos después de que el jefe de asesores del Presidente Biden re envió vía Twitter (dos veces para que fuera claro), un mensaje que aseguraba que la “… mayoría de los problemas económicos que estamos enfrentando (allá en EUA), como Inflación, desabasto, etc., son problemas de la clase alta, no los tendríamos si el desempleo fuera del 10%. ¿Qué clase de persona esputa algo así eso? Es decir, que si hay desabasto es porque los que buscan comprar pañales, gasolina o gas para cocina son de la clase alta. Esta lógica indica que los que no son ricos no usan ni gas, ni gasolina ni papel del baño etc. De pena ajena el comentario.
Algo así pasó en nuestro México, cuando el afamado Don Pedro Aspe dijo que “la pobreza era un mito genial” o cuando en los 60´s un ex Presidente dijo que no debía preocuparnos la inflación y la carestía de algunos productos, porque esas cosas eran para los ricos. Pero a veces los políticos se apresuran a responder como para defender lo que saben es su responsabilidad y terminan ofendiendo mucho más por su falta de criterio que por lo que hubiera sido un silencio. Como decía mi abuela “calladito se ve más bonito”.
En los países desarrollados las alzas de salarios no han sido suficientes para mantener el poder adquisitivo mucho menos para recuperar algo del que se tenía en el 2019. Ese será el triste resumen del 2021.
REACCIÓN EN CADENA
Insisto, las nuevas generaciones no han padecido esto que en México ni en ninguna de las naciones desarrolladas, pero en nuestro país esto parecía una maldición sexenal, que incluía devaluaciones y alzas generalizadas de precios, en los que las cosas tenían un precio por la mañana y por la tarde ya era otro, haciendo imposible la recuperación del poder salarial. He de recordar que en los años 70s, la crisis fue a nivel mundial, pero cada país la sintió como si fuese el único y claro, a final de cuentas uno vota por sus gobernantes no por los de otros países algo que parece ir perdiendo valor ante la globalización. En especial cuando la moneda de uso común que es el dólar es devaluada porque en su país deciden imprimir para sobre pasar los problemas y con ello todos los que usan dólares en todo el mundo pagan parte del costo.
Lo único que no se ha dado en esta inflación mundial que ya afecta a nuestro país, es una devaluación del peso vs Dólar, espero que no se de. Si se da, será una más de tantas, pero sino se da, de verdad habría que reconocer aunque nos cueste a la actual administración, que lleva tres años con un dólar estable e incluso por momentos por debajo de los que lo recibió en ese ya lejano día primero de diciembre del 2018; aunque usted no lo crea, la inflación en México está casi al parejo que la de EUA lo que es algo poco común.
Para la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico con sede en Paris (OCDE), las presiones inflacionarias a nivel mundial que vienen de los descontroles de los países más poderosos, continuarán por cuando menos otros dos años. Es decir hay que ajustar nuestros cinturones y a ver qué tan bien librados salimos de esta.