C O N T R A P O D E R
JUAN ANTONIO TORRES
Aquí en estas latitudes agrestes e inhóspitas, donde la nieve hizo sentir su gélida y prístina presencia a finales del mes de diciembre, los precandidatos del Partido Acción Nacional, que pretenden relevar en su encargo al peor gobernador que hayan tenido los chihuahuenses en los últimos 50 años, nada más, pero nada menos que a El Talegas, Javier Corral Jurado, iniciaron las hostilidades en los diversos puntos de la geografía política de la vasta entidad norteña, rehén de la violencia, la inseguridad y los crímenes dolosos perpetrados por el crimen organizado, que tienen en un puño a pueblos y autoridades de los tres niveles de gobierno.
Así pues, el abanderado oficial, el candidato totalmente palacio, el senador panista por la vía plurinominal, el empresario, Gustavo Enrique Madero Muñoz, por un lado, mientras que la candidata rebelde, la alcaldesa de la capital del estado, María Eugenia Campos Galván, comenzaron sus periplos partidistas, en pos de la nominación del PAN, rumbo a la gubernatura de Chihuahua, en los comicios constitucionales del 6 de junio de este 2021.
Los dos ex funcionarios emanados de las filas blanquiazules buscan sustituir en su encargo al segundo gobernador panista que registra la historia de Chihuahua, como lo es, Javier Corral Jurado. Antes lo había sido, en 1992, el empresario, Francisco Javier Barrio Terrazas, identificado como parte de Los Barbaros del Norte.
En Chihuahua, para nadie es un secreto, que la alcaldesa con licencia de la Ciudad de Chihuahua, María Eugenia Campos, se le identifica ampliamente con el ex gobernador de Chihuahua, el priista, oriundo de Hidalgo del Parral, César Horacio Duarte Jáques, detenido en los Estados Unidos, desde el pasado 8 de julio, del año pasado. Tan amigos, mejor dicho, tan cómplices eran en sus andanzas, que la aspirante a gobernadora apareció de forma por demás destacada en la nómina secreta que había elucubrado, el putrefacto ex mandatario, para manejarlos a su arbitrio, en su jugada en los comicios del 2016.
Tan compas eran, La Maru Chan, como le apodan sus detractores, que la alcaldesa, cuando fungía como diputada local del PAN, recibió por lo menos 9 millones de pesos “en atenciones” del innombrable personaje que despachaba en el palacio de gobierno, para que fuera armando su cochinito, para cuando llegara el momento de buscar su reelección como alcaldesa de Chihuahua, como al final de cuentas sucedió.
De eso y muchas maromas más, tenía conocimiento, el entonces senador y a la postre candidato a gobernador, que cuando asumió el poder, todo sería cuestión de tiempo para llamarla a cuentas, aunque la ahora precandidata, se quiera escudar de que es “una perseguida política” por el régimen corralista, cuando en los hechos, o mejor dicho ante la terca realidad, no es más que una funcionaria corrupta y voraz, que sucumbió ante la manzana prohibida que le ofreció, El Adán, con nombre, apellido y una cola enorme, llamado, César Duarte, quien con el paso del tiempo seria llamado a cuentas, y no solo eso, sino que terminaría en reclusión, en una fría cárcel de los Estados Unidos.
Su poderoso ex aliado en el 2014, 2015 y 2016, que le permitió, reelegirse como alcaldesa, y añorar convertirse en gobernadora, siguiendo los pasos del parralense, hoy para su desgracia, es una sombra perversa que se cierne sobre ella misma, adonde quiera que va.
Por el otro lado, el empresario, Gustavo Madero Muñoz, a quien todos perciben como el acorazado de las causas corralistas, ya que durante la administración del todavía mandatario de Chihuahua, el senador por la vía pluri, durante los primeros 3 años fue ungido como Jefe del Gabinete, para hacerle saber a propios y extraños, que sería su carta fuerte, en los comicios federales del 2018, como su abanderado rumbo al Senado de la República, dando por hecho, que ganaría de calle dicha jugada, pero que chasco se llevaría el inepto huésped de palacio de gobierno, porque su delfín, recibiría una madriza de nada menos que del propio compadre del gobernador, el morenista, Cruz Pérez Cuéllar, quien años atrás había renunciado a las filas del PAN. Luego se haría candidato a gobernador de Movimiento Ciudadano, bajo los auspicios de la mano generosa, que movía la cuna de la administración duartista, según narra la podredumbre de los versos de la robusta nomina secreta, o sea, en La Biblia Negra, de César El Pomadoso, aunque en Francia, los galos exóticos, le pudieran haber dicho, Le Cesare, le Sensualite…
Madero Muñoz, tiene en su contra que los panistas y los no panistas, lo ubican con el fierro del mandatario estatal, lo que desde luego le genera todas las fobias de los chihuahuenses que desde hace por lo menos tres años ya repudian, vomitan, todo lo que huela al actual régimen, que esta convertido en un lastre, un mugrero.
Pero, además, Tavo Moches, está por demás exhibido por sus excelentes vínculos que tendió cuando era el mandamás del CEN del PAN, justamente, cuando el mexiquense, Enrique Peña Nieto, partía y repartía el pastel del pasado régimen. Si alguien le aplaudió y le aprobó el Pacto por México, fue el hoy precandidato del PAN a la gubernatura de Chihuahua, quien en un amplia entrevista exclusiva que le concedió a la revista Proceso, decía:
“Este bato si cumple”…
Más pronto que tarde, saldría toda la pus, de cómo fueron vacunados senadores y diputados federales de AN, cuando Tavo Moches, les daba línea a sus corifeos en la cámara alta y la cámara baja para que aprobaran todas las reformas que le urgían al ex inquilino de Los Pinos.
Y no son pocos los que se preguntan, ¿fue de gratis o por amor a la patria lo que hizo, Gustavo Madero Muñoz?
Madero, se sabe, no da paso sin huarache. En los tres años que estuvo como “operador político estrella” de su amigo, Javier Corral, no únicamente cobro su sueldo, sino por muchas cosas más que se irán destejiendo poco a poco, sobre todo si logran descarrilar de su proyecto, a su adversaria política, la alcaldesa de Chihuahua, MarÍa Eugenia Campos Galván, quien se le ha puesto a las patadas al gobernador, y a quien no le temblara la mano para demostrarle quien manda en Chihuahua, en los casi 8 meses que todavía le quedan de su mandato constitucional, del cual ya nadie quiere saber nada.
Si Javier Corral, no quiere verse en el espejo de su odiado rival y antecesor, Cesar Duarte, y en la misma pista, cuando ya solo sea un referente de involución, retroceso, trastupijes y latrocinios, tendrá que deshacerse con un golpe de autoridad, de la Maru Chan, porque de que tiene los elementos jurídicos, los tiene. Todo es cuestión de tiempo, dicen los que saben.
POSDATA:
Hasta donde hemos logrado investigar, son pocos, demasiado pocos los hombres y mujeres, que quieran convertirse en candidatos a alcaldes, diputados federales y locales, una vez que se supo que el abanderado a la gubernatura por Morena, fue, el ex virrey de Chihuahua, Juan Carlos Loera de la Rosa. El mismo que en su renga existencia, no ha ganado ni un solo puesto de elección popular. Cuando tuvo la oportunidad en el 2016, le dieron palo, hasta para llevar a su casa.
Pero además trae una cola de aquí a palacio nacional, que el sacristán de ese lugar no se la pudo o no se la quiso ver…
Que haya tenido la bendición del Mesías Tropical, el pasado 20 de diciembre, no significa que en automático vaya a ganar los comicios del 6 de junio. Para nada. Está en chino que saque el buey de la barranca. Ya se imaginara usted, el “dream team” con el que se hará acompañar en su campaña política.
De miedo, dicen las lenguas viperinas…..