Fuera de todo
Denise Díaz Ricárdez
Un inicio complicado el de la presidenta Claudia Sheinbaum desde que tomó posesión en el cargo hace 24 días aunque a la vez una gran oportunidad de encaminar hacia su objetivo de justicia social y al crecimiento económico, que es lo importante.
Partir de su intención hacia el denominado segundo piso de la cuarta transformación iniciada por su antecesor, de eso no hay que olvidarse porque la atención principal es la de equilibrar desigualdades sociales que vienen desde muy lejos, muchas de ellas inmersas en corrupciones e impunidades de todo tipo.
Muy complicado el tema de la reforma judicial que inevitablemente origina desacuerdos y confrontaciones de todo tipo, desde el paro casi total de actividades de buena parte de los actores: ministros, magistrados, jueces, trabajadores.
De paso controversias constitucionales hacia esa reforma del ejecutivo aprobada por el legislativo, que ya está en el texto principal, pero que muchos juzgadores no aceptan y pretenden revertir lo publicado en el Diario Oficial de la Federación.
Incluso el Senado en sesión de hoy habrá de discutirse y aprobarse en todo caso otra disposición para evitar impugnaciones a reformas constitucionales.
En esas inercias está el gobierno federal cuando a la par y sin ser ni magas ni magos, ni adivinas o adivinos, se veía venir: altos índices de inseguridad que se agudizaron desde principios de siglo con gobiernos panistas, un priista y que los morenistas están tratando, eso se espera, de equilibrar cuando menos.
Lo ocurrido en el estado de Sinaloa es consecuencia evidente de las diferencias entre grupos delincuenciales que pretenden a toda costa continuar el terrible y a la par fructífero negocio de los estupefacientes hacia el mercado nacional y hacia las naciones vecinas del norte, algo en lo que el gobernador Rubén Rocha Moya mucho no sólo tiene que explicar sino actuar con la responsabilidad que le toca para evitar más descalabraos en esa importante región del país.
Ni que decir de otras entidades como lo ocurrido el pasado domingo en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, el asesinato del sacerdote Marcelo Pérez a plena luz del día y que ha merecido hasta la visita del obispo emérito de Saltillo, Raúl Vera López. Chiapas, entidad en la que a la frontera con Guatemala ya no se puede andar ni con todas las bendiciones.
A la par ha habido decisiones relevantes como el encuentro de la presidenta Claudia Sheinbaum con empresarios de Estados Unidos el pasado día 15, con resultados optimistas y el anuncio de inversiones de 20 mil millones de dólares.
Pendientes, todos y muy interesantes las opciones de salir ante tantos temas y asuntos complejos, complicados, interesantes.