Ricardo Del Muro / Austral
La inseguridad y la violencia que, desgraciadamente, padecen varios municipios de Chiapas, principalmente los de la zona fronteriza y la sierra, se ha convertido en una señal de alarma que ya alcanzó la esfera internacional: agencias turísticas de Francia, Reino Unido y Bélgica dejarán de hacer recorridos a zonas arqueológicas como Bonampak y Yaxchilán, además de la selva Lacandona.
Esta semana, el grupo ATC, Anfitriones Turísticos de Chiapas, emitió un comunicado para anunciar que “las agencias francesas, británicas y belgas que representamos han decidido no seguir llevando turistas a toda la zona Lacandona”, uno de los principales atractivos de la entidad.
La empresa justifica su decisión argumentando que “desde hace más de tres meses el ambiente turístico ha sido violentado drásticamente en algunas regiones de Chiapas” y “derivado de situaciones que se dieron con tres grupos de franceses, que operamos en esta última quincena”, sin especificar a qué tipo de situación se referían.
A su vez, Diego Prieto, director del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), hizo un llamado para evitar las visitas a las zonas arqueológicas de Chiapas, como Bonampak y Yaxchilán, debido a la violencia que hay en la entidad.
La advertencia del INAH se hizo después de que la periodista cultural Adriana Malvido diera a conocer que ambos sitios patrimoniales, además de Toniná, están cerrados e inaccesibles desde hace más de un año, por lo que el funcionario aclaró que están abiertos, pero dijo que a causa de la inseguridad, se recomienda no visitar.
Prieto insistió en que el INAH está presente en las zonas, pero reconoció que el público no puede ingresar a ellas. “Ya que los tours operadores analicen o planteen como situaciones vinculadas a la seguridad pública, qué bueno que lo planteen para que se mejore la seguridad, pero sin echarnos la culpa”, señaló.
A todos no preocupa y afecta la existencia de una crisis turística en Chiapas a causa de la inseguridad, pero es muy lamentable que la señal de alarma la hayan dado las agencias de turismo europeas, mientras que las autoridades del sector en México y en Chiapas, es decir, Miguel Torruco Marqués y Katyna de la Vega, mantengan una política de avestruz, escondiendo la cabeza, ajenos al problema que diariamente padecen los operadores del sector no sólo en Chiapas, sino en Taxco y Acapulco (Guerrero), la sierra Tarahumara (Chihuahua), Guanajuato y en muchos otros sitios turísticos.
La advertencia lanzada por los tour operadores extranjeros, como siempre sucede, ha sido malinterpretada como un ataque político. Sólo de esta manera, se explica que en lugar de que sea la secretaria de Turismo, Katyna de la Vega, quien dé cara al problema, la respuesta inmediata vino de la diputada Flor Esponda, presidenta de la Comisión de Turismo del Congreso estatal, quien, quitada de la pena y queriendo tapar el sol con un dedo, afirmó: “Chiapas tiene una sólida reputación a nivel nacional e internacional como un destino turístico seguro y con adecuada infraestructura, por ello es el lugar preferido de más de ocho millones de turistas al año” (sic).
En este mismo tenor, un diario local publicó las declaraciones de Manuel Niño Gutiérrez, presidente de la Asociación de Hoteles y Moteles del Centro de Chiapas, donde informó acerca de “la promoción que está haciendo toda una delegación sobre los atractivos que tiene la entidad (…) a fin de generar interés en las personas del extranjero para que visiten los destinos turísticos a nivel local” (sic).
En lugar de convertirse en portavoces de los empresarios y trabajadores del sector para que las autoridades judiciales y policiacas garanticen la seguridad en los centros turísticos, las autoridades y representantes del sector prefieren seguir anunciando cifras alegres sobre el arribo de turistas o hacer acto de presencia en exposiciones turísticas, como la Feria Internacional que actualmente se realiza en España, además de gastar los recursos públicos en libros y promociones (inútiles).
Hace por lo menos cuatro años que se hizo muy evidente la presencia del crimen organizado en la selva Lacandona y en la región fronteriza; que en San Cristóbal aparecieron grupos de pandilleros conocidos como los Motonetos y que la carretera a Ocosingo se ha vuelto peligrosa por los continuos atracos, pero la Secretaría de Turismo de Chiapas, cuya titular es Katyna de la Vega, nada ha dicho y menos hecho. A semejanza de lo que expresó el director del INAH, Diego Prieto: “qué bueno que lo planteen para que se mejore la seguridad, pero sin echarnos la culpa”. RDM