Yo Campesino / Ooootra vez
- Insiste la presidenta: México se le respeta y no es piñata de nadie, pero…
Miguel A. Rocha Valencia
Para la jefa del Ejecutivo mexicano y demás instituciones, la determinación de cerrar la frontera a ganado mexicano para protegerse del gusano barrenador, es una falta de respeto, o al menos así se traduce de su discurso mañanero y advierte por enésima ocasión que nuestro país no es piñata de nadie para que lo anden golpeando.
Si se toman estas expresiones tal cual, la decisión del gobierno de Estados Unidos en materia zoo sanitaria, es una agresión y no una acción para proteger su hato ganadero de la contaminación del gusano que se supone nos llega por la frontera sur y que desde hace casi 20 años se dijo que estaba exterminado, tanto que se canceló la comisión que se encargaba del caso.
Tal vez lo mismo podría decirse en relación a la cancelación de visas a la gobernadora morenista de Baja California, María del Pilar Ávila Olmeda y de su esposo Carlos Torres, medida unilateral tomada por el Departamento de Estado del país vecino, pues hasta el momento no se conocen las causas de tal determinación, tanto que ni la misma president(a) está enterada.
El caso es que más allá de que para el presidente Donald Trump, la ocupante de palacio Nacional sea una mujer extraordinaria, desde el punto de vista de la exjefa de gobierno, la administración estadunidense no nos quita el dedo y nos falta permanentemente al respeto lo mismo con aranceles que con amagos de cancelación o revisión acuciosa del T-mec, espionaje sobre nuestro territorio, cambio del nombre al golfo de México o amagos de invasiones disfrazadas de colaboración contra el crimen organizado.
En todos los casos salta de inmediato el espíritu patriotero y de victimización que caracteriza a los personeros de la 4T y aunque se oigan fuera de lugar, acuden a los lugares comunes, tan conocidos como el que toda la culpa en el tema de seguridad es de Genaro García Luna y Felipe Calderón, a quien por cierto los “bots” cuatroteros ya le reiniciaron campañita por la compra de una camioneta nueva.
Lo real es que, al Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria, (Senasica) le recortaron desde el inicio del sexenio del ganso, el 40 por ciento de sus recursos y administración reduciéndola a una oficina sin medios para cumplir su función, tan fue así que su entonces director, Francisco Javier Trujillo Arriaga renunció luego de que el mesías tropical lo acusó de obstruir la libre importación de alimentos.
Días antes el funcionario manifestó que frente a las carencias a que obligó el recorte presupuestal a Senasica, se disminuyó la vigilancia en las aduanas por donde ingresan las importaciones agropecuarias, tanto que en Nuevo Laredo se detectaron embarques de miles de toneladas de frijol y maíz contaminados, plagados y procedentes de Estados Unidos.
Luego de estas quejas y los retrasos derivados de la falta de personal fito y zoosanitario, el ganso acusó a Trujillo Arriaga de contribuir a los altos niveles de inflación por la ausencia de alimentos en el mercado mexicano.
Uno de los temas que se descuidaron fue el zoosanitario en la frontera sur de donde nos llega el ganado contaminado con gusano barrenador, plaga que se consideró extinta hace casi 20 años y hoy es motivo del cierre de fronteras al norte con lo que en los 15 días que se dieron de plazo a México para regularizar la situación, los productores dejarán de percibir alrededor de 165 millones de dólares, a razón de 11 millones de dólares diarios por cinco mil cabezas de bobino mex-1 por día.
En noviembre de 2022, el mesías tropical afirmó “vamos a que se abra el mercado. Si podemos comprar la carne, el pollo, los granos, a mejor precio, se están dando todas las facilidades, porque cuando hay intereses de por medio, aunque hablan del libre mercado, lo cierto es que se protege a ciertos productores, monopolios”. Y las fronteras se abrieron indiscriminadamente.
Con esos antecedentes, reclamar respeto no sólo queda fuera de lugar sino resulta forzado su encuadre en la tónica presidencial de victimización. Y claro, tampoco México es piñata, simplemente se desoyen llamados al orden y el cumplimiento acuerdos y normas internacionales desde puntos de vista demagógicos. No dan para más.
En el otro tema, en el de cancelación de visas, resultaría interesante saber a cuántos funcionarios ya se las aplicaron porque lo del los tamaulipecos y los bajacalifornianos no son los únicos, eso independientemente de que al parecer el Buró Federal de Investigaciones ya asumió todas las funciones que tenía la Administración de Control de Drogas (DEA) y es esa agencia del Departamento de Estado la que está palomeando la lista de indeseables.
Claro en el ajo está el Departamento del Tesoro donde se tienen las “cuentecitas” de los mexicanos que realizan transacciones “raras”, lo curioso es que a pesar de que en estados Unidos saben que en su sistema bancario circulan más de 100 mil millones de dólares del crimen organizado, parece que no es su prioridad combatirlo. Es decir, ven la paja en el ojo ajeno y pasan por alto la viga en el propio.
Eso parece…