No aceptar que como sociedad estamos sumidos en una tremenda crisis de valores y de ética, es un gran error que no nos permitirá avanzar de ningún forma, ni con las más acabadas y avanzadas transformaciones en el papel y otras ya puestas en marcha.
Por más leyes y reformas de avanzada que se quieran o se pongan en práctica, el país irá en retroceso mientras no exista respeto entre nosotros; en tanto que cada uno de quienes integramos esta sociedad no hagamos nuestra tarea con compromiso y una gran dosis de moral de avanzada.
No es retórica, es una realidad necesaria.
La familia como la más elemental célula de la sociedad, está en una verdadera crisis. No por sus distintas formas de integración, sino por la falta de compromiso y responsabilidad hacia las obligaciones con quienes la integran. Hoy en día es tan fácil “abandonar el barco” que hasta las mismas instituciones de justicia lo alientan.
No hay que ir tan lejos para vivir la misma desintegración comunitaria, en dónde mucho tiene que ver la maquinaria electoral cíclica que nos despersonaliza y nos hace creer que le pertenecemos a alguien y a la vez nos enfrenta entre nosotros mismos.
Es el camino que recorren también las instituciones de Gobierno, misma que de todo lo que están obligadas a cumplir, poco logran –consciente o por las mismas trabas de sus pares.
Están en crisis desde los gobierno locales, pasando por sus policías, órganos de justicia y administrativos hasta sus réplicas a nivel federal, y no hay comisiones de justicia o de la verdad que puedan revertir esa ruta, hace falta mucho más.
Empecemos por la verdadera voluntad de quienes nos gobiernan, cuidan y administran para hacer sus tareas con verdadera dosis de servicio: sin intereses particulares, ni de élites vinculados al poder.
La crisis es tan fuerte que hasta al Ejército mexicano hay que recordarle que “la ilegalidad no se combate con ilegalidad”.
Acta Divina… El secretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos señaló a los elementos del Ejército Nacional: “Los exhorto a que actúen con legalidad, continúen siendo dignos de la confianza que nos dan los ciudadanos”,
Para advertir… Así las cosas de la crisis y las crisis, insertas en relaciones de poder.
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