Yo Campesino / Impagable
• Intereses de la deuda 1.3 billones; nómina del gobierno 1.75 billones
*Miguel A. Rocha Valencia*
Cada vez son más los especialistas que advierten sobre el riesgo de comprometer deuda por más de dos billones de pesos en la ley de ingresos de 2024. La están convirtiendo en impagable y compromete el gasto corriente.
Aunque se habla de “solo” 1.9 billones, la verdad es que se apartan 138 mil millones más para Pemex, 600 millones de pesos para CFE y 23 mil millones de dólares adicionales, lo cual da una sumatoria que pone en riesgo cualquier tipo de inversión pública, compromete la nómina federal y desde luego algún gasto en emergencia, pero colocará el costo financiero de los empréstitos por arriba de 1.3 billones de pesos. Para colmo en el proyecto de Egresos se contempla la contratación de cinco mil empleados más para Pemex que para este año por lo que pasaría de 112 mil 509 a más de 117 mil que ampliaría el volumen de su abultada nómina y pasivo financiero.
Ahora también el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) alzó la voz para hacer advertir que la falta de prudencia en el gasto 2024 acrecienta riesgos para ese y el siguiente año, ya que la deuda será mayor en 59 por ciento que en 2018. Pero además el monto del débito donde las altas tasas de interés influyen para su crecimiento, provocarán inestabilidad ya que, de acuerdo con los expertos, aunque el Banco de México las mantenga en 11.25 por ciento, eso podría cambiar si la FED decide moverlas al alza y con ello aumentar el pago del servicio que de acuerdo con los especialistas representa tres cuartas partes de toda la nómina gubernamental de 1.7 billones de pesos.
El mismo ex secretario de Hacienda Carlos Urzúa plantea que el riesgo es muy alto porque compromete recursos “inexistentes” dado el nivel de recaudación y plantea que, de hecho, el actual gobierno se ha endeudado de manera permanente, aunque lo niegue. El mismo déficit solicitado en cada paquete económico lo demuestra.
Es por ello y en coincidencia con el CEESP plantea que, sin considerar el pago de intereses de deuda, el gobierno tendrá que recurrir a más dinero prestado para completar el pago de intereses. Empero para los analistas el tema no es una sorpresa, aunque sí muestra con mayor claridad que n o se abandona la disciplina fiscal, sino que más bien se aleja de ella “pero el deterioro para 2024 es más importante y refleja su clara dirección política hacia el periodo electoral”.
Y el problema se vuelve más profundo pues la mayor carga de gasto se va a proyectos que al menos en el corto plazo no son viables incluso para su culminación con los montos asignados como serían los trenes Maya e interoceánico, y lo que falte de la refinería de Dos Bocas, así como los subsidios que se transfieren a los aeropuertos controlados por militares, en especial el AIFA donde hasta la nómina de paga de los impuestos.
Es decir, no se trata de proyectos financieramente rentables que en el corto plazo devuelvan a la federación algún impuesto o al menos que no le resten recursos por la vía del subsidio o más dinero para su culminación, sino que seguirán gravitando en el presupuesto como sucede actualmente.
Peor aún si como se ha dicho los trenes serán administrados por militares como el AIFA y los recursos serán para ellos, no se plantea ninguna recuperación fiscal de esos regalos que el ganso otorgó a los uniformados verdes y blancos.
O sea que quien llegue al gobierno la próxima administración tendrá bajo la alfombra no sólo la corrupción acumulada de seis años o la violencia criminal, sino un problema financiero de pronóstico reservado.
De hecho, para los analistas del CEESP el problema se puede agravar pues a pesar de que se habla de una mayor inversión del sector privado que dinamiza la economía, la verdad es que muchos de esos recursos son reinversiones o sustituciones de capital, además de que en los últimos meses inversionistas extranjeros liquidaron el equivalente a 11 mil millones de pesos de deuda en papeles.
No se olvide que los dos más recientes bonos gubernamentales colocaron el mes pasado poco más de medio billón de pesos con pago de intereses de entre el 10 y el 11.25 por ciento anualizados. Pero, además, aguas con las pensiones que están engordando cada vez más.