Pablo Gato
No, no me han secuestrado. No, no me ha deportado ICE (por el momento). No, no me estoy escapando de un inspector del servicio de impuestos. No, no me ha abducido un alienígena. No, no me he ido a Colombia o a Brasil a hacerme una operación de cirugía estética (aunque más de uno me lo ha recomendado efusivamente). No, no me ha tocado la lotería ni me he desaparecido en el Caribe cargado de millones. Simplemente me voy a tomar unos días libres así que en las próximas jornadas no les estaré bombardeando con posts. Es un simple intermedio. Pero después continuaré. The show must go on.
Por favor ¿me pueden añadir a su lista de emails?
Sí, lo sé. Dije que no publicaría nada más hasta regresar de unos días de asueto y desconexión digital. Sin embargo, no pude contenerme. He pedido a la Administración que por favor me añada a su lista de emails.
Será mucho más fácil que quemarse las pestañas intentando averiguar ciertas cosas. Es mucho mejor que te envíen la exclusiva unos días antes y con todo lujo de detalles.
Una cadena de emails que inexplicablemente incluía a un periodista explicaba todos planes de ataque contra Yemen. Trump dijo que contrataría a los mejores del mundo es sus especialidades.
Me temo que el que organizó esa cadena de mensajes no corresponde precisamente a esa descripción.
Y no sé si es más grave eso o que nadie se diera cuenta. Eso viene solo unas semanas después de que la CIA enviara a la Casa Blanca una lista de todos sus agentes en un mensaje sin ningún mecanismo de protección y que hasta un aprendiz de hacker podría conseguir.
La KGB y servicios secretos similares deben haber dado vacaciones a sus espías en EEUU. Se lo ponen demandó fácil.