Redacción MX Político.- Con una inversión del 2% del Producto Interno Bruto (PIB) mundial, equivalente a 1. 83 billones de dólares por año, se podrían reducir las emisiones urbanas de carbono hasta en 90% para 2050, afirmó Robin King, embajadora del Reporte de la Coalición por la Transformación Urbana, en el “Foro para la Transformación Urbana: Mejores Ciudades para Todos”.
Durante la presentación del informe “Emergencia Climática. Oportunidad Urbana”, la especialista urgió a los gobiernos de todo el mundo a coordinar acciones para poner a las ciudades al centro de la estrategia climática, lo que no sólo traería beneficios en productividad y mejoras en la salud pública, sino que representaría un retorno económico de hasta 23.9 billones de dólares en términos actuales.
De estos ahorros, indicó, 58% proviene del sector de la construcción, 21% del transporte, 16% de la eficiencia de materiales y 5% de los desechos urbanos, de acuerdo a una información de apro.
En el caso de México, aseguró, cumplir con el límite de partículas contaminantes PM 2.5 evitaría perdidas económicas por 45 mil millones de pesos y alrededor de 2 mil 170 muertes prematuras.
De acuerdo con el informe, más de la mitad de la población vive en áreas urbanas, las cuales producen 80% del PIB y tres cuartos de las emisiones de carbono por el uso final de energía.
En contraparte, menos de dos de cada cinco países cuentan con una estrategia nacional explicita para las ciudades y solo siete de ellos tienen una política urbana nacional para atender específicamente la mitigación climática en las ciudades.
Además, mil millones de residentes en las ciudades viven en condición de precariedad sin acceso a vivienda digna, agua potable o salud pública y demasiados trabajadores laboran en condiciones inseguras por menos de un salario digno.
Ante ello, el reporte Emergencia climática recomienda a los gobiernos seis acciones para lograr el desarrollo sostenible y equitativo de las urbes de todo el mundo, como son: una estrategia que busque la prosperidad compartida y la neutralidad del carbono, con el desarrollo urbano como eje fundamental; regulaciones al uso de suelo y construcción que limitan una mayor densidad; la prohibición de venta de vehículos que utilicen combustibles fósiles y la adopción de alternativas verdes al acero y el cemento.
jvg