Claudia Rodríguez
Ahora que el Senado de la República a citado a José Lindolfo Reyes Gutiérrez a comparecer en calidad de alcalde municipal de Choix, Sinaloa para que explique el desacato a una recomendación de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) sobre el desplazamiento de personas en esa región de la entidad norteña; sin duda puede ser una ventana para que ese flagelo que invade a todo el país, pudiera ocupar un importante escaño en la agenda nacional. En el tema de los desplazamientos forzados hay más que violencia, sangre, dolor y pérdida de patrimonio ya que las complicidades políticas y del poder pesan demasiado.
Lindonfo Reyes tendrá que presentarse la próxima semana al Senado para explicar ante la Comisión de Derechos Humanos, el por qué se negó a aceptar la recomendación de la CNDH sobre el caso de 2 mil 38 víctimas de desplazamiento forzado interno en Sinaloa.
Se le finca al ex alcalde sinaloense –ahora en busca de reelegirse para el mismo puesto en Choix ¡por tercera vez! y por lo tanto con una licencia a la alcaldía–, el haber incurrido en distintas violaciones a los derechos humanos, sobre todo a la libre circulación y residencia, así como a no ser desplazados de manera forzada, y a garantizar el interés superior de la niñez; además de que no se les brindó ni acceso a la justicia, ni apoyos de alimentación, educación, residencia y más a quienes fueron expulsados de su lugar de residencia.
Ante esto, José Lindolfo ha manifestado a los medios locales sinaloenses, que él no ha recibido ninguna notificación ni citatorio del Senado para comparecer, y que cuando Derechos Humanos hizo tal recomendación, él y su gente en septiembre de 2017 recorrieron todas las comunidades de Choix como lo solicitó la CNDH a la que respondió en octubre del mismo año señalando que en el municipio “no había ninguna persona desplazada”.
El aspirante a relegirse como presidente municipal de Choix, señaló que en 2011 cuando él no era alcalde, sí se presentó un problema de violencia en la sierra y el consecuente desplazamiento de personas, pero que hoy quienes abandonan el municipio lo hacen por buscar nuevas oportunidades.
Este asunto debe llegar a más.
Nadie, ni Lindolfo, pueden negar que en México se vive de manera clara desde el 2007, una verdadera catástrofe de seguridad pública que repercute en la afectación a los derechos humanos de los mexicanos, y que en cualquier parte del país el desplazamiento forzado es una realidad tanto a nivel interno o transfronterizo, a lo que gobiernos locales como el federal, han puesto oídos sordos.
Inédito se ha clasificado el citatorio del Senado al alcalde con licencia de Choix, José Lindolfo Reyes Gutiérrez. Algo bueno debería salir de todo esto.
Acta Divina… Reyes Gutiérrez invitó a la CNDH y al comisionado en el Senado para que corroboren que no hay desplazados en Choix: “Que vengan ellos mismos a ver y que comprueben cómo están las cosas aquí. Yo los invito con mucho respeto a que vengan a corroborar”.
Para advertir… No puede aceptar el desprecio por su comunidad quién sólo quiere perpetuarse en el poder.
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