NO PASA… NADA
Por: Jesús Solano Lira
Vaya jornada la de ayer en el Senado de la República. En un hecho inédito, alrededor de las 16:30 horas decenas de trabajadores del Poder Judicial de la Federación y estudiantes burlaron los filtros de seguridad de ese órgano legislativo. Iban decididos a entrar y lo hicieron. Lo único que querían, era ser escuchados. Su irrupción en el Salón de Plenos ahuyentó a la mayoría de los legisladores de Morena y aliados.
La oposición se quedó a escucharlos. Ahora sí, una “empática” Citlalli Hernández, de los duros de Morena y una Ernestina Godoy, ándele esa que como Fiscal de la CDMX le hizo el trabajo sucio a su partido, trataban infructuosamente de conciliar con los manifestantes. Al grito de “el poder judicial no va a caer, no va a caer” y de “traidores, traidores, traidores”, los inconformes ingresaron por la fuerza al Salón de Plenos.
Los guardias de seguridad pretendieron replegarlos con extintores, pero no los pudieron contener. La marea humana se hizo presente, y desde las gradas su grito retumbaba en el Salón de Plenos, grito secundado por los legisladores de oposición que, con la mano derecha en alto, secundaban las consignas. Al presidente de la Mesa Directiva, Gerardo Fernández Noroña, no le quedó más remedio que decretar un receso.
La situación se salió de control. Ya nadie puede detener esta movilización que estoicamente ha aguantado semanas de plantones y marchas, tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado. El Ángel de la Independencia ha sido su trinchera, trinchera en que demandan un Poder Judicial independiente, no sometido a los caprichos ni a las ocurrencias de un presidente que está a punto de irse a “La Chingada”.
Tras el receso, la sesión se reanudó en la sede alterna en la Vieja Casona de Xicoténcatl. Ahí, el presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña, se la mamó, como dirían los chavos, al calificar la irrupción en el recinto de Paseo de la Reforma e Insurgentes como “un intento de golpe que buscaba generar un vacío legislativo, afectando las instituciones democráticas del Estado mexicano”.
Ay no mano, un civilizado Fernández Noroña, habla de democracia, cuando ha sido uno de los principales violentadores de las instituciones y de las prácticas parlamentarias. Y fue más allá, al señalar que esa movilización “no puede ser tolerada de forma alguna (y que) esos injustificables hechos vulneran y violentan la soberanía del Senado de la República”.
Y en la sesión, un desaparecido Miguel Ángel Yunes Márquez, que solicitó licencia porque estaba enfermo, y de repente reapareció junto con su padre en Xicoténcatl, cómo se esperaba, se dobló, o diría el escritor Paco Ignacio Taibo II, se la metieron doblada, y determinó en su posicionamiento aprobar la Reforma Judicial impulsada por el presidente López Obrador.
Es más, el Junior de los Yunes se atrevió a hablar de dignidad, chale, quien le cree a los Yunes. Una familia de políticos encabezados por el patriarca de ellos Miguel Ángel Yunes Linares, acusado de pederasta, lavado de dinero, desvió de recursos. Vaya que su cola la tienen muy larga, y muy sucia.
Los Yunes a los que el presidente López Obrador no bajada de bandoleros y corruptos, le dieron el voto que les hacía falta, y que decir de la gansteril operación que realizaron en Campeche, a través de la cada vez más decepcionante Layda Sansores, al detener al senador por Movimiento Ciudadano, Daniel Barrera. Los emecistas echaron abajo las mentiras del presidente del Senado y del coordinador de los guindas, Gerardo Fernández Noroña y Adán Augusto López Hernández, respectivamente.
El último, hasta se atrevió a señalar que había platicado con el senador Barreda:” Me permitió decir que está en la Ciudad de México. No está detenido, ni tampoco su padre”, así su bajeza.
Los legisladores de Morena y aliados, así como la presidenta electa, se han sumado a la retórica del presidente López Obrador, de que los electores votaron para que se aprobará la Reforma Judicial, que los mexicanos de a pie y humildes mortales como usted y como yo la conocemos, a mí, ni me la han presentado. La pregunta es ¿usted voto por un candidato a la presidencia o por una Reforma Judicial”.
En el debate hablaron de un peso fuerte, de una economía estable, de que se está erradicando la pobreza, de que todo es bien bonito, pero no hablan de los sobrecostos de las obras emblemáticas del tabasqueño, del boquete que dejará a las finanzas del país, y de los graves problemas que le tocará resolver o intentar resolver a la presidenta electa, bueno, eso, sí la deja gobernar el tabasqueño. Pero para los transformadores de la 4T, al parecer NO PASA…NADA, en el país.