Pablo Gato
Esto es lo que muchos temen. El motivo es que la nueva ley no obliga a que el Departamento de Justicia los haga públicos.
El Congreso aprobó la ley de forma bipartidista y Trump la firmo.
Sin embargo, el tema queda en manos de la fiscal general de EEUU, Pam Bondi, una gran aliada de Trump.
Ella puede decidir no hacer públicos parte de los archivos basándose en dos premisas: 1- pueden afectar a investigaciones en marcha y 2- pueden dañar la imagen de EEUU y su política internacional.
En otras palabras, la nueva ley ha conseguido muchos titulares pero al final todo puede quedarse en nada y los archivos, o las partes más importantes e inéditas de los mismos, podrían permanecer en la oscuridad.
Tras años prometiendo que se harían públicos, quizás nunca los veamos.
Dos más dos son cinco.
La Administración Trump afirma que la lucha contra las drogas es una prioridad y que por eso podría realizar ataques dentro de Venezuela.
Sin embargo, realizo profundos recortes en verano para programas para prevenir el uso de drogas en EEUU, así como para programas de rehabilitación para adictos.
Por otro lado, Trump perdono al ex presidente de Honduras, acusado y convicto en Estados Unidos por relación con el narcotráfico y responsable de facilitar la entrada de más de 400 toneladas de drogas a este país.
Dos más dos son cinco en esta ocasión.
La narrativa no concuerda con la realidad.
“Es la primera vez que vemos al pueblo de EE.UU. tener miedo de su gobierno”
Declara la alcaldesa electa de Miami, Eileen Higgins.
Es demócrata y su victoria acaba con el feudo republicano de Miami, que duró treinta años.
Venció al candidato respaldado por Trump.
La demócrata afirma que el voto también es una reacción anti Trump en uno de los antes más férreos bastiones republicanos del país.
Dice que Trump ha inyectado el miedo y la división a la población y la población se ha rebelado. Agrega que también hay muchos votos contra la política migratoria de Trump.
La alcaldesa electa afirma que Trump dijo que deportaría a los delincuentes pero que “ahora van a por todos”. Pone el caso de una clínica que se quedó sin 27 trabajadores porque todos son venezolanos y Trump canceló su permiso temporal de trabajo y protección, el TPS.
Eso, agrega, no sólo afectó a las familias sino a la empresa y a los pacientes. La política dice que quiere fronteras seguras pero también un trato humano y que tampoco perjudique a la economía del país, como las deportaciones masivas e indiscriminadas.
Los demócratas afirman que Trump ha creado un verdadero caos y que perder el bastión republicano de Miami es un signo obvio de que la población desaprueba claramente su gestión.
Trump insiste en que según él su presidencia ha traído la mejor época al país en toda su historia. Parece que los votantes de Miami no están muy de acuerdo con él.




