Redacción, MX Político.- Debido a una “divergencia sobre las decisiones y estrategias jurídicas” de su cliente Emilio Lozoya Austin, el abogado penalista Javier Coello Trejo y su despacho decidieron “no continuar con la defensa penal en México” del exdirector general de Pemex, quien aceptó ser extraditado y ofreció su colaboración a la Fiscalía General de la República (FGR) para “establecer y esclarecer los hechos que le han sido imputados”.
La eventual llegada de Lozoya a México despertó expectativas sobre el alcance de su colaboración con las autoridades, es decir, sobre la información que podría entregar sobre el primer círculo del expresidente Enrique Peña Nieto, entre otros, en los casos de los presuntos sobornos de Odebrecht y de Altos Hornos de México (Ahmsa) en la compra de la planta chatarra de Agronitrogenados.
En un breve comunicado difundido este martes -poco tiempo después que el fiscal Alejandro Gertz Manero diera a conocer que Lozoya aceptó formalmente su extradición a México-, el despacho Coello Trejo y Asociados informó que la decisión de abandonar la defensa del exfuncionario se tomó “ya desde hace un mes”, y que fue tomada “de común acuerdo con Emilio Ricardo Lozoya Austin y su familia”.
“Este despacho se ha caracterizado en ser leal hacia sus principios y convicciones, pero debido a la divergencia sobre las decisiones en las estrategias jurídicas tomadas, es que decidimos apartarnos de la defensa y así desearle a Emilio y a toda su familia una conclusión favorable en beneficio de sus intereses”, indicó.
Todavía durante el sexenio pasado, Coello y su despacho asumieron la defensa legal de Lozoya; en septiembre de 2017, por ejemplo, el exfiscal mandó una carta a Proceso en nombre del exdirector de Pemex, en la cual amagó con demandar a este medio tras la revelación de sus operaciones en el paraíso fiscal de Luxemburgo.
Tras la llegada al poder de la administración de Andrés Manuel López Obrador, se acrecentó la presión sobre Lozoya. En ese contexto, Coello realizó una serie de declaraciones en medios de comunicación en las cuales dibujó su estrategia de defensa en caso de llegar a tribunales: dicha estrategia consistiría en delatar a Luis Videgaray Caso, el exsecretario de Hacienda y Crédito Público, así como a otros exfuncionarios de alto nivel de la administración pasada.
Sin embargo, el despacho dejó de buscar las luces de los medios cuando su cliente consiguió una identidad falsa y se esfumó en España durante los nueves meses en los que estuvo prófugo de la justicia, periodo que terminó con su detención en una zona residencial de lujo cerca de Málaga, el pasado 13 de febrero.
En su primera audiencia, celebrada el día siguiente, el exfuncionario se negó a ser extraditado a México y pidió a Coello Trejo que no hablara sobre su caso.
El 2 de noviembre pasado, Gilda Margarita Austin, de 71 años de edad, madre de Emilio Lozoya, llegó a la Ciudad de México también extraditada desde Alemania. Del aeropuerto capitalino fue trasladada al Reclusorio Norte, custodiada por elementos federales adscritos a la Interpol.
Un día después, Gilda Margarita Austin, fue vinculada a proceso, acusada de asociación delictuosa y lavado de dinero, por haber detectado depósitos en sus cuentas bancarias por parte de la empresa Odebrecht.
En la audiencia que se realizó en el Reclusorio Norte, Coello Trejo solicitó el arraigo domiciliario, lo cual fue aceptado por ambas partes y desecharon que se le coloque un brazalete.
El litigante siempre insistió en que su cliente fie enjuiciado injustamente:
“Desde 2017, Lozoya ha sido acusado, juzgado y condenado sin pruebas o evidencias de lo que no es responsable… Si quieren realmente castigar a los culpables no es Emilio a quien tienen que voltear a ver, deberían de citar al secretario de Hacienda y Crédito Público de aquel entonces, Luis Videgaray”.
Y dijo: “Debe citarse al ex presidente de México Enrique Peña Nieto para que declaré que instrucciones le giró a los funcionarios para que realizaran acciones a favor del Pacto por México”.
También recordó el caso de Agro Nitrogenados, en el que se planeaba dar valor agregado al gas natural, pero el objetivo no funcionó, ya que, quienes sustituyeron a Lozoya suspendieron el proyecto y cuando quisieron retomarlo, ya no había suficiente gas.
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