Javier Lozano Alarcón fue Secretario del Trabajo en el sexenio de Felipe Calderón. No solo no veló por los intereses de los trabajadores, sino que aprovechando la vulnerabilidad de los mismos en asambleas manipuladas por el temor al desempleo, logró arrancarles beneficios que tenían. Imagínese usted el grado de maldad para que el titular de esta Secretaría se aparezca en pleno paro laboral, con todos los trabajadores en la zozobra, y les pida entregar prestaciones, salarios, y otras cosas para conservar la posibilidad de volver a laborar. Como dijera el clásico “aquí les pregunto ¿qué hubieran hecho ustedes? Y así, como película de la época de oro del cine mexicano, criminalmente pasó de ser Secretario del Trabajo a un vulgar testaferro del patrón.
Ahora, con todo lo que sale a la luz, se puede dar uno cuenta que en esos sexenios los puestos en el gobierno no eran más que gestorías para quien las pudiera pagar y que el señor Alarcón debió recibir una muy buena comisión por su trabajo al igual que su jefe Felipe Calderón. Por eso Gastón Azcárraga, a quien Vicente Fox había regalado Mexicana de Aviación, se reía de los trabajadores y clientes a los que quedaron adeudando millones de pesos en viajes y hoteles. Eran los tiempos de la impunidad absoluta, de pensar “lo hago porque puedo”. En una entrevista al mismo ladrón Gastón Azcárraga, unos meses antes de las elecciones del 2006 (cuando era obvio el triunfo de Andrés Manuel López Obrador), se le preguntó a qué harían de ganar AMLO. El magnate -dueño también del Grupo Posadas y de los hoteles Fiesta Americana- respondió “pues nada, ahora tendremos que hacer las cosas bien.” Hoy vemos que, de haber ganado AMLO, así hubieran sido las cosas. Ellos ya lo sabían, como saben cuando están haciendo las cosas mal, pero como el niño malcriado de un hogar, hacen las cosas mal “porque pueden”.
Mucho se ha escrito ya sobre la quiebra forzada de la aerolínea Mexicana de Aviación. Lo que no se relata son las vidas que esa quiebra fraudulenta ha dañado. Para quienes quieren aprovechar el dolor de familias destruidas por Covid-19 para golpear, deberían saber que también hay un muy buen argumento en la quiebra de Mexicana de Aviación. En esas 8,000 familias, cuyo promedio es de cuatro miembros, hay aproximadamente 32,000 personas afectadas por la quiebra de esa aerolínea. En un país con tantas dificultades en el terreno laboral, esta bancarrota los puso de la noche a la mañana a la intemperie. Ahora que vivimos momentos de tanta empatía, quizá sea más fácil para mucha gente notar la magnitud del daño para todas esas personas. Muchos han enfermado o han muerto, no son pocos los que viven en la indigencia o quienes no se han recuperado anímicamente de ese golpe. No debemos olvidar que había personas jubiladas, entiéndase, ya no podían laborar, y desde entonces no han cobrado sus pensiones.
Por suerte, ahora vivimos otros tiempos en los que ya no se escuchan los comentarios egoístas que decían “solo es un trabajo”, “pues a buscar otra chamba y ya” y hasta el manipulado “los trabajadores se lo buscaron” que tanto se repetía en las chayoteras noticias de esos días. Por fortuna, vivimos tiempos de más solidaridad, quizá impulsada por tantos han vivido lo mismo y que entienden la dificultad que hay para recuperarse después de un golpe como estos.
A 10 años del paro injusto de tantas fuentes de empleo, de vivir en el limbo jurídico y agotadas ya todas las instancias legales, seguramente el gobierno actual encontrará la oportunidad de resarcir el daño a todas esas familias pues para algunos en estos momentos son casos de vida o muerte.
No olviden que estamos en época de pagar facturas y recuperar para el pueblo lo robado. Gastón Azcárraga se encuentra viviendo cómodamente en Nueva York y mucha de la fortuna robada a Mexicana aún la tiene o la invirtieron en los hoteles de su grupo, aunque de manera amañada digan que ya no tiene nada que ver . Hay que notar que el consorcio todavía existe y fue beneficiado con ese dinero, ahí y en las cuentas del señor Azcárraga hay suficiente para pagar a todas esas familias.
Y a los extraterrestres, primero investiguen, después opinan.