La insoslayable brevedad
Javier Roldán Dávila
¡No se hagan bolas! Son las fuerzas básicas, la generación espontánea es excepcional
Uno de los principales obstáculos, que suelen enfrentar los partidos políticos, es la incapacidad para preparar nuevos cuadros con el objetivo de, en su momento, llevar a cabo el relevo generacional, por lo tanto, siempre postulan a los mismos de siempre.
En este contexto, el CDE de Acción Nacional, tiene un par de jóvenes valores, en los ediles de Veracruz y Boca del Río. En el primer caso, se trata de Patricia Lobeira, de quién ya hemos comentado que ha sido toda una revelación (en positivo), después de llegar como candidata emergente y, en segundo lugar, el mandatario boqueño, Juan Manuel Unanue.
Con poco más de 30 años, el político blanquiazul se identifica a plenitud (conecta, pues), con las generaciones de millennials y centennials, el grupo entre 18 y 39 años, que tienen la capacidad, por su número, de definir los procesos electorales.
En su trayectoria, se incluyen dos periodos como diputado local, funcionario municipal y, actualmente, alcalde. En concreto, ha ganado tres elecciones con amplios márgenes sobre sus competidores, lo cual significa que, las expectativas del electorado, se han cumplido.
Decíamos que, la señora Lobeira, podría ser una opción viable para buscar una senaduría e, incluso, la gubernatura, o en su caso, pugnar por la reelección en la Cuatro Veces Heroica, las encuestas señalan que, su aprobación, es de las más altas del país y de la entidad.
Es el mismo caso de Unanue, por lo tanto, se ubica, por méritos propios, entre los aspirantes azules a puestos de mayor relevancia, es claro que debe dejar buenas cuentas en el ayuntamiento, pero, en cualquier sentido, es una opción electoralmente redituable.
Este es el quid de la cuestión, entender la psico-segmentación del padrón electoral y con ello, impulsar los perfiles idóneos.