-Victor Roccas.
“En política siempre hay que elegir entre dos males.” -Christopher Morley (1890-1957) Político inglés.
Referente al escándalo de “Pegasus” y al asombro e indignación que ha resultado en muchos de los sectores afines a la 4T, el 21 Julio de este 2021 Andrés Manuel López Obrador, dijo que “no se puede usar el espionaje con propósitos políticos (…) sobre todo, insisto, el costo, porque era un jugoso negocio para las empresas y los funcionarios”.
Disculpara el amable lector pero se requiere ser muy pendejo, y no lo digo por el dueño del dedito que todo lo sabe y quien sí se está haciendo pendejo, pues insisto no lo es, para creer que un estado no puede ni debe espiar a sus allegados y mucho menos a sus oponentes porque ¡no es correcto!, y que ello es la base del ejercicio de la política, ¡Pues lo siento, pero no todo es campaña electoral, la política incluye lo concerniente a la relación, organización, metas, responsabilidad y obligaciones entre estado, gobierno y ciudadanía!
¡Es una soberana estupidez plantear que no se puede usar el espionaje con propósitos políticos!
En el mejor de los casos dejar de espiar a otros requeriría de una seguridad absoluta en la sinceridad ajena solo posible en un estado que garantizase totalmente la integridad y dignidad de cada uno de sus ciudadanos, lo cual evidentemente los gobiernos de México no han logrado ni remotamente durante los 104 años de existir la última Constitución de 1917 al no cumplir cabalmente con sus dictados, pero a cambió si han logrado 741 reformas a 136 artículos.
Ya imaginar a un político mexicano sincero o a un empresario multimillonario forbes develando completamente los intrilínguis de sus negociaciones, es por demás un disparate de carcajada, no hay posibilidad alguna, seria algo así como encontrar una pepita de oro en el fundillo de un mojado.
(Mojado = adjetivo, hoy peyorativo y vulgar, al migrante ilegal en tránsito a USA y que actualmente gracias al gobierno, a la voluntad política y compromiso con la dignidad humana de cada ciudadano mexicano, se le reconoce como paisano, o mejor; Bienvenido paisano o mejor aún; Enaltecidos trabajadores migrantes emisores de remesas columna del desarrollo económico del Gobierno de México).
Por ello quien pretenda basar la buena política o política moral en la franqueza de otros actores políticos es un verdadero demagogo o, como he descrito antes, es estarse haciendo muy pendejo.
Y no crea el gentil lector escribo con sangre de una herida, no, pues resulta que desde los inicios de la civilización conocer mediante cualquier medio posible los pensamientos e intenciones de otros ha sido la piedra fundamental del poder, olvidemos el dinero, el discurso, la violencia, la belicosidad u otras “artes” para alcanzar el poder, el conocimiento es insustituible, conocer los secretos y predecir las acciones de contrarios y adeptos es la esencia pura del poder.
En “El arte de la guerra”, el general chino Sun Tzu escribió: “Los dirigentes brillantes y los buenos generales que sean capaces de conseguir agentes inteligentes como espías asegurarán grandes logros”. (544 – 496 A.C.)
Hasta la “Santa Madre Iglesia Católica y Apostólica” resulta ser en resumen una red de información mundial extraordinaria que se ha servido de tal esquema para ser hoy día y después de 1,709 años (cuando en el año 312 Constantino tuvo la visionaria y oportuna idea de enarbolar el crismón, monograma de cristo o cristograma en su estandarte imperial.) creando una de las instituciones más poderosas de la historia humana con cientos de miles de espías ensotados y otras tantas vigías con cofia.
Pero imagine gentil lector lo que hubiera sido del emperador Quin Shin Huang (259 – 210 A.C.) si no hubiese contado con una red de espionaje que a la postre le permitió la unificación de China.
¿O qué hubiera sido de Julio Cesar (100 – 44 A.C.), de Roma, del Imperio romano y la civilización Occidental de no ser por los secretos enviados por emisarios al General Romano? o ¿Qué suerte le hubiese tocado a sido de Isabel I (Tudor) sin conocer las intrigas palaciegas gracias a una eficientísima red de espías en la corte comandada por Sir Francis Walsingham.
Y ni hablar de los vigías y corredores del pueblo Azteca, ¿Cuántos secretos y avisos no habrán erigido el imperio de la Tenochtitlán?
O ¿Qué tal los 12 comités de vigilancia en la Francia de Robespierre? O ¿La información recabada por la Oficina de Criptografía de los Estado Unidos en 1919? ¿Y el desarrollo del programa Enigma a cargo del genio Alan Turing durante la Segunda Guerra Mundial? O ¿El proyecto Shamrock implementado por la NSA estadounidense?
Carajo, por eso existe incluso el llamado espionaje industrial, el espionaje ha sido la causa de guerras ganadas e imperios caídos, la información repito en esencia es poder, el político que desprecie esta afirmación no es un pendejo pero se está haciendo increíblemente pendejo. Prácticamente todo ciudadano de cualquier país que utilice la internet, un perfil de redes sociales, un navegador web, un servicio de telefonía celular, etc, está siendo rastreado y vigilado por algoritmos inimaginables que empresas privadas han creado a expensas de miles de millones de dólares y todo ello tan solo para supuestamente controlar el mercado ¿Esto debe ser aceptado? No, desde luego que no, pero no quiere decir que no exista.
No se puede entonces pretender gobernar sin considerar el espionaje, la vigilancia como una amenaza siempre latente pero tampoco se puede gobernar rechazándola como una herramienta embrujada y onerosa, pues siempre habrá, como ya se comprobó hace siglos, quienes entienden el valor inestimable de la información.
Por ello el uso de la información no puede restringirse a la moralidad, no puede existir algo útil llamado política moral, es una idiotez una estupidez, la política puede o no ser ética pero nunca moral, el político no puede sujetarse o limitarse al juicio marginal y obtuso de parte de un grupo o sociedad que siga o no preceptos moralinos, tal consideración queda para religiosos, sacerdotes, beatas, santones, rezanderos, crucifijos, escapularios o detentes protectores, un político debe ir más allá a la consideración de lo moral y lo inmoral, al juicio que la ética dispensa sobre la moral, al reino de lo probable e improbable, de la historia, de la experiencia, de la capacidad de adaptación, de la consciencia y sobre todo, ante todo de la información y conocimiento.
De nada vale un supuesto político honesto sin conocimiento e información de su entorno y sujeto a la buena voluntad o la reciprocidad de un perdón o un abrazo.
Son escasos, casi improbables, los políticos éticos, políticos excelentes y excepcionales por conocer su entorno y anticipar escenarios, políticos que actúan con ética para beneficio de sus representados que no son el “pueblo bueno y sabio” sino la ¡¡ciudadanía!! (cualidad de derecho del ciudadano) sin importar la moralidad ajena o popular.
Y repito un político ético es como un trébol de cuatro hojas, lamentablemente el resto son políticos morales y amorales, los que se hacen pendejos y/o hacen pendejo al pueblo, politiquillos demagogos o políticos de mala calaña, pero todos hijos de la tiznada con su propio norte moral que son a la vez completamente faltos de ética, empero, todos ellos usan y buscan conocer toda información posible de amigos y enemigos.
Aquí en México se ha usado hasta la saciedad todo tipo de prácticas de espionaje y vigilancia, ¿Es moralmente correcto? No, definitivamente no, pero si toda esa capacidad de espionaje y vigilancia, todo ese costo que parece excesivo hubiera sido utilizada para imputar y ultimar al crimen organizado, la corrupción y la arbitrariedad que azota actualmente a la sociedad entera vulnerando todas las garantías constitucionales (en lugar de usarlo para mantener y satisfacer el poder político y partidista) se hubiesen evitando decenas de miles de muertes por violencia, pérdidas de miles de millones dólares cada año por delincuencia organizada, migración por hambre y miedo, millones de familias destruidas, comunidades enteras desplazadas, e inversiones, esas si costosísimas, en una seguridad pública totalmente ineficiente, no hubiera entonces debido importar más la moral que la ética, la ética política de lo correcto sobre lo moralmente aceptado o no por la opinión pública. Una decisión muy controversial y extrema sin duda pero dentro de las capacidades de un verdadero político con ética, un estadista.
Por tanto, ¡Pueblo bueno y sabio! Por favor no sean pendejos ni moralinos, ni se rasguen ridículamente las vestiduras, los están distrayendo como a burros con zanahoria.
P.D. : Recién también nos hemos enterado gracias a un artículo de Don Francisco Rodríguez, del cual me permito citar una pequeña parte, lo siguiente;
“…Tomaré su palabra como cierta, señor Presidente. En aras de la transparencia que usted mostró hace un par de días con respecto a que en esta Administración no se espía a nadie con Pegasus, sería interesante que usted también ordenara que sean publicados los audit trails de los tres malware de NSO Group cuyas licencias aún tiene vigentes el gobierno federal.
A saber: Secretaría de la Defensa Nacional, Fiscalía General de la República y Centro Nacional de Inteligencia (CNI), como ahora se denomina al CISEN…” -Francisco Rodríguez (Columna, Índice Político 24 de Julio 2021)
-V. Roccas.